No es difícil saber que Paul Walker, y su amigo Roger Rodas, era aficionado de los autos. Al fallecido actor le sirvió mucho filmar la primera entrega de Rápidos y Furiosos, debido a los cursos de pilotaje con distintos especialistas, para cambiar directamente su vida. Por ello, existe un video, del 2012 de Matt Farah, fanático de los vehículos deportivos, que nos enseña una larga colección privada de Los Ángeles que en su momento era anónima. Sin embargo, como Walker y Rodas ya descansan en paz, Farah divulgó que esa colección correspondía a ellos, y que se ubicaba en las instalaciones de Always Evolving. En el video se encuentran, entre los modelos más representativos, al Ford Saleen y BMW M3, dejando de lado los japoneses tuneados que presentaba el actor en las películas de la saga.