Los apasionados del rally tendrán muy presente que, durante la década de los 80, el Grupo B se convirtió en el máximo exponente de este deporte. En aquellos años podíamos ver rodar modelos como el Audi Quattro, Peugeot 206 o el Lancia Delta S4.
Pero a diferencia de aquellos vehículos que marcaron una época, pocas personas recuerdan el nombre del Citroën BX 4TC. Como este ejemplar pronto saldrá a subasta y ha llamado la atención de varios coleccionistas, es necesario rememorar su historia.
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El primer acercamiento de esta versión de competición del BX en el Mundial de Rally fue para el año 1986. La norma exigía que, para poder competir, la compañía debía producir un mínimo de 200 unidades matriculables para dicho modelo.
Para el nacimiento de este proyecto, el Citroën BX 4TC apostó por usar las mismas piezas que llevaba su versión de calle. Esto demostró que, a pesar de ser un vehículo de gran potencia, el auto de rally aún contaba con ciertos detalles por mejorar.
Aún así, el Citroën BX 4TC EVO del Grupo B participó del campeonato de 1986. Su inicio de temporada no fue el más alentador, pues registró un doble abandono por problemas en el auto.
Si realizamos una comparativa entre el Citroën BX 4TC y su versión de carretera, el auto de rally destaca por añadir un kit de carrocería digno de la competencia. Este incluye pasos de ruedas anchos y una moderna parrilla frontal con espacio para los faros.
En cuanto a su motorización, el Citroën BX 4TC llega equipado de un propulsor de 2.1 L con turbocompresor que desarrolla una potencia de 200 caballos y 295 Nm de torque. El deportivo francés, como era de esperarse, lleva una tracción posterior.