As como un da decidi que Lima deba tener un tren elctrico, un da tambin a Alan Garca se le ocurri organizar los Juegos Panamericanos. Fue hace ocho aos, despus de protagonizar una patinada de dimensiones olmpicas.
Pletrico por las insuperables cifras del PBI criollo, al entonces excelentsimo seor presidente se le ocurri que el pas ya estaba para grandes cosas, as que anunci con esa aparatosa grandilocuencia que lo hace irrepetible, que el Per quera organizar los Juegos Olmpicos del 2016! Cuando alguien le hizo ver el ridculo en que se meta (entre otras cosas, el plazo para presentar la candidatura haba vencido largamente), se decidi por los Panamericanos.
Primero se busc la sede del 2015. Haba tanta confianza que el da decisivo se habilit un proscenio en la Plaza de Armas y se contrat a una orquesta de cumbia para celebrar como se debe la segura nominacin. La lgica eleccin de Toronto fue un mazazo colosal para el ego palaciego, pero se persisti en el objetivo. Ya con Ollanta Humala en la Casa de Pizarro, se recibi el encargo para tomar el testimonio en el 2019.
Vale este recordaris toda vez que entre los ms firmes opositores a los Juegos hay congresistas apristas. De cuando ac quieren matar la criatura que tanto sudor le cost a su lder? El tinglado armado en mancuerna con el fujimorismo es demasiado burdo. Como han sealado Patricia del Ro y Marco Sifuentes, aqu el objetivo es otro: bajarse al ministro de Educacin que impuls la ley universitaria y puso en la cuerda floja el suculento statu quo del que algunos se han beneficiado por largos aos.
Otros analistas han esgrimido argumentos ms serios para no organizar los Juegos. El principal son los costos que demandar. US$1.200 millones parecen una barbaridad para un pas como el nuestro. Sin embargo, el retorno de la inversin no se puede medir desde el punto de vista estrictamente monetario.
Pese a que a la seleccin de ftbol se le exige que juegue como el Barza y a Angelita Leiva que mate como Cecilia Tait, el deporte nunca ha sido prioridad para nuestros polticos. Solo ha sido visto como un vehculo para tomarse un selfie con el campen. El presidente Kuczynski es el nico mandatario en lustros que ha hecho explcito su inters en impulsar el deporte en el pas.
El Per nunca ha organizado un evento deportivo de la dimensin de los Panamericanos (y probablemente no tenga ocasin de hacer algo similar). Esta puede ser la bisagra por tantos aos esperada para convertir el deporte en un vehculo formativo y de mejora de la calidad de vida.
Para ello se requiere una poltica gubernamental amplia y ambiciosa, con objetivos medibles y mirada al futuro. En otras palabras, que convierta los Juegos Panamericanos en un medio y no en un fin.