JORGE FALLEN
El panorama del voto en los distritos que albergan las principales minas del pas ofrece tendencias por destacar. En un primer anlisis, se identifica una diferencia entre los distritos que concentran la cartera de proyectos de los prximos cinco aos que fueron objeto de anlisis de este Diario das atrs y aquellos que tienen minas operativas desde hace dcadas. En los primeros, se observa una inclinacin del voto hacia agrupaciones de izquierda como Frente Amplio o Democracia Directa; en los segundos, hacia Fuerza Popular.
Hay un patrn similar de votacin en las regiones, as como un contraste por zonas geogrficas. Keiko Fujimori gana en el norte y centro; Vernika Mendoza en el sur (Moquegua y Tacna); mientras que Gregorio Santos se impone en dos distritos de Cajamarca, regin donde obtuvo la ms alta votacin.
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Sin embargo, ms all de las tendencias geogrficas, la actitud de la poblacin ante la minera figura como el principal determinante del voto. Esta postura responde a distintos factores como el discurso de autoridades y dirigentes regionales y locales, la eficiencia en la administracin de los recursos generados por dicha actividad y los pasivos ambientales que ha dejado la actividad o la relacin entre la empresa y la comunidad, segn especialistas consultados por este Diario.
1. Lderes polticos En referencia al accionar de los lderes polticos locales, resalta la accin de agrupaciones relacionadas con las candidaturas de izquierda. Se ve de manera especial en provincias y distritos de la zona sur y Cajamarca, de importancia tanto en distritos con proyectos nuevos como en los que hay operaciones de larga data.
Existe un vnculo entre autoridades provinciales y distritales con las candidaturas de Mendoza y Santos. Esto se refleja, por ejemplo, en los casos de Ta Mara en Arequipa y Espinar en Cusco, donde los alcaldes que organizaron movilizaciones en sus respectivas localidades pertenecan a Tierra y Dignidad, movimiento fundado por el dirigente Marco Arana, quien postul como vicepresidente de Frente Amplio. En ambos casos, gan Mendoza con 45%.
2. Ejecucin del canon En muchas ocasiones, el rechazo a la minera se origina en un pobre desempeo en la distribucin de los beneficios que genera esa actividad. Por ejemplo, Cajamarca que actualmente recibe el 10% del monto transferido por canon minero solo ejecut el 15% de esos recursos recibidos del 2006 al 2011. Asimismo, tiene uno de los distritos productores ms pobres como Hualgayoc donde opera Gold Fields y que solo el ao pasado recibi S/9 millones por canon minero, pero donde la pobreza supera el 60%.
En contraste, en distritos que han disminuido sus niveles de pobreza en grandes proporciones como Yauli (el 12% de la poblacin es pobre actualmente) en Junn y Yarabamba (17%) en Arequipa gan Fujimori.
3. Pasivos ambientales Por ltimo, si la actividad minera ha deteriorado de alguna manera el medio ambiente, la poblacin es ms reticente hacia la actividad. En la zona sur del pas, se evidencia este punto. Un ejemplo es la contaminacin por relaves mineros en la baha tacnea de Ite por parte de Southern Per desde 1960 hasta 1996, de acuerdo con fuentes de la propia empresa. Desde el inicio de las operaciones de Toquepala y Cuajone hasta diciembre de 1996, las concentradoras descargaban en total 785 millones de toneladas de relave enviadas aguas abajo de las operaciones por cauces secos, para ser finalmente depositadas en el mar. En Tacna, gan Mendoza, a pesar de ser una regin que se ha beneficiado econmicamente con la minera.
Conflictos sociales Esto no quiere decir que en distritos donde haya mayor apertura hacia la minera no haya conflictos sociales. Algunas veces, los reclamos persiguen principalmente un mayor acceso a los recursos que deja esa actividad. Un caso emblemtico lo constituye el moqueguazo, ocurrido en junio del 2008, motivado por una disputa en la distribucin de canon minero entre Tacna y Moquegua producto de las operaciones de Southern Per.