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Alessandra Denegri: “Si soy feliz, podré hacer feliz a alguien más”
Nora Sugobono

No le gusta que le digan señora pero, legalmente, en eso se va a convertir pronto. No sabe si quiere tener hijos ni cree bajo ningún concepto que el matrimonio deba durar toda la vida, pero sí está ensayando una canción para bailar con su padre –vestida de blanco, por supuesto– y lleva en la mano su anillo de compromiso, donde sea que vaya.

Alessandra Denegri alguna vez fue la niña bonita de la clase que quiso probarle al sistema que ella también podía portarse mal, cortarse el pelo y escribir un blog dark, pero esta vez no necesita probarle a nadie nada. Alessandra se casa porque quiere y porque puede. Y lo reconoce con más facilidad de la que ella misma esperaría. “En el fondo esto era algo que me daba ilusión; siento que es una consolidación”, sostiene. “Pero no me gustaría que alguien me diga en pleno matrimonio que espera que estemos juntos para siempre. Yo le recomendaría a todos los que piensan así del amor que pinchen de una vez ese globo. Se ahorrarían muchos problemas. No es real”.

Lea la nota completa mañana en la edición impresa de la revista Somos.

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