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El Veco
Miguel Villegas

Todos esperábamos a las 8 de la noche. Si él decía algo, era tapa al día siguiente. Y si anunciaba el último fichaje, la movida dirigencial que se oculta o enlazaba en vivo con Pizarro -porque Pizarro solo hablaba con él-, había que grabarlo en una vieja casetera dolby stéreo que hoy ya no da. Ese audio se hacía tendencia, el video se volvía viral y su columna en El Comercio, días después, coleccionable. El responsable era ', un periodista que nunca informaba, contaba. Una época imposible de hallar hoy, que ya no se discute nada en un bar y nadie sabe prender una cafetera. 

Don Emilio Lafferranderie hacía todo eso de lunes a domingo, luego leer a García Marquez en su casa de Grimaldo del Solar. Él solo movía las audiencias cuando no se llamaban redes. Él solo viralizaba noticias hace 20 años, cuando todavía no se inventaba Twitter.

Por eso es tan importante un nuevo libro sobre él.

“El Veco, el hombre que jugaba a contar historias”
“El Veco, el hombre que jugaba a contar historias”

Alonso Cantuarias tiene 27 años y en el 2010, cuando 'El Veco' falleció, estaba en el tercer ciclo de la universidad. Escuchaba El Show de 'El Veco' en una radio local con la atención que se tiene con el vidente que te lee el futuro. “Cuando uno empieza a ejercer el periodismo deportivo buscas referentes –dice, ahora-. Para mí, 'El Veco' lo fue”. Cantuarias quería ser reportero y tenía claro que el cronista uruguayo podía ser uno de sus modelos, para un medio en que gana el que grita más y lee menos. En esos meses entró a trabajar al portal Dechalaca.com y precisamente le tocó escribir una nota sobre su partida, ocurrida el 6 de febrero del 2010. El Gráfico de Argentina, donde 'El Veco' fue jefe de redacción, resumió la nota sobre la noticia: “Sinónimo del buen decir, caballero gentil y escriba delicioso, el mundo del periodismo deportivo acaba de perder a Emilio Laferranderie, uno de los hombres que edificó la mejor historia de El Gráfico”. Entonces, Alonso Cantuarias lo decidió. Y si algún día tenía que publicar un libro, bucear en la biografía de alguien, recuperarlo de la memoria, iba a ser sobre 'El Veco'. Solo faltaba un disparador que lo ayude. 

Alonso Augusto Cantuarias de las Casas, autor del libro.
Alonso Augusto Cantuarias de las Casas, autor del libro.

- ¿Y por qué 'El Veco'? No es, generacionalmente, un periodista que hayas seguido. 

Todo esto comienza con un proyecto universitario. En la UPC llevamos un curso que se llama Periodismo Literario, y piden publicar un libro donde podamos plasmar todo lo que aprendimos en clases: entrevistas, crónicas, investigación. Exigen, por ejemplo, 25 fuentes como mínimo para que el proyecto tenga validez. Hugo Coya y Juan Manuel Robles fueron mis profesores. Yo había hecho periodismo deportivo ya en Dechalaca.com, había seguido Copa Perú y el campeonato local y como te decía, siempre busqué referentes. 'El Veco' hacía un periodismo que construía, tenía una mirada 360 –radio, prensa, tv- en épocas en que ninguna facultad enseñaba que eso era posible. Su mirada era la del periodista que quiere que el fútbol peruano crezca. Así empezó. 

- ¿Qué fue lo primero que hiciste? 

Leer los tres libros que publicó: Oído a la música (1996), Fútbol es pasión y Crónicas de 'El Veco': de vuelta al barrio (2009). Y luego, después de conseguir otras entrevistas, acercarme a su familia. Así, pude tener contacto con Emilio, su hijo, que leyó el primer borrador y me ayudó con mucha memoria histórica. Mi libro tiene el aval de la familia, que siempre ha sido muy cuidadosa con el tema. 

- ¿Cómo fue el proceso de convencer a la familia?

Difícil. Emilio hijo fue mi profesor de Procesos Psicológicos en la facultad pero siempre que le preguntaban por su papá nunca respondía, jamás profundizaba. La familia fue muy reservada en la información cuando falleció, básicamente, por la manera en la que 'El Veco' miró siempre su profesión. De hecho, solo a partir de contactos cercanos pude conocer que la historia de la enemistad entre 'El Veco' y Pocho Rospigliosi fue más un tema de terceros. Hubo disgusto, pero no de la magnitud que se rumorea. (N. de R. Pocho fue el periodista deportivo símbolo entre los 70 y 0 y quien lo reclutó para Ovación, en 1982-. Con Emilio hijo Pasamos tardes en su casa y al final pude convencerlo de acceder al archivo familiar de fotos inéditas, que he podido incluir en el libro y que explican también el tipo de periodista que fue. 

Amigo, aplaudido y solemne. Ácido, culto e irónico. Egocéntrico, perfeccionista y fiel. “El Veco, el hombre que jugaba a contar historias” (Editorial UPC, 2018), abre una puerta para redescubrir al periodista deportivo más influyente en el país entre 1980 y 2000. El hombre que hizo periodismo sin Google, radio sin Whatsapp y TV sin HD. Y lo hizo tan bien que desde 1982 nunca dejaron que se fuera. “Imposible que fuera intrascendente”, dice la primera línea del libro. Más o menos como a él le gustaban que fueran sus crónicas.

EL LIBRO:“El Veco, el hombre que jugaba a contar historias

  • Editorial: UPC, 2018

  • Autor: Alonso Cantuarias

  • Páginas: 125 

  • En la FIL: Se presenta el 22 de julio a las 4 p.m. en la Sala Ciro Alegría

  • Otros libros de 'El Veco': Oído a la música (1996), Fútbol es pasión (2009), Crónicas de El Veco: de vuelta al barrio (2009)

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