MDN
Foto: Ronald Catpo.
Álvaro Rocha

Empezó a llover a mares, pero no me moví, nadie se movió en realidad. No podía dar crédito a lo que estaba viendo. Colosales farallones divergían en distintas direcciones creando, entre ellos, cicatrices de tierra que son avenidas para los ríos Apurímac, Cerritambo y Cayomani. Los bosques de queñuales, la bizarra arquitectura geológica, las bandadas de patos y los numerosos vestigios arqueológicos hacen de Tres Cañones uno de los escenarios silvestres más espectaculares del Perú.

La lluvia cesó, pero el día se despedía (habíamos salido a inicios de la tarde del Cusco) y la luz se escurría sin remedio. Una luna macilenta asomó detrás de las nubes mientras el termo de café circulaba de mano en mano para ahuyentar las caras de sueño de la gente y ralentizar el frío de este territorio salvaje y peinado de ichu. Pero nos quedamos ahí pegados, absortos, observando como la oscuridad iba tornando esas extraordinarias formaciones en sobrecogedores perfiles.

Dormimos en Yauli (capital de Espinar) y al alba recorrimos 31 km para recalar en Maukallacta, singular ciudadela de la nación Kana, que dominó esta región antes de la irrupción de los incas, y a la que se llega cruzando un puente colgante sobre el río Apurímac. Singular porque destacan varias chullpas cilíndricas y algunas no tienen nada que envidiar a las de Sillustani, en Puno. En especial, una de diseño fálico, en perfecto estado de conservación y que probablemente alberga a un personaje distinguido.

Después de almorzar volvimos a Tres Cañones y nos internamos en sus frígidas aguas a bordo de kayaks. Luego trepamos a la fortaleza prehispánica de Taqrachullo, con estupendos pórticos de factura inca y una vista inigualable de esta asombrosa geografía. Como el día anterior, nos quedamos hasta el crepúsculo, con nuestras sombras interrumpiendo las formas puras del altiplano andino. Fue simplemente un feliz encuentro con la belleza. //

SEPA MÁS
Tres Cañones
se ubica a 267 km del Cusco (cinco horas). También hay acceso desde Arequipa (cinco horas).

Guías: Godofredo Humasi (T. 98416-3488), Marcos Jiménez (T. 98415-4792), Percy Arenas (T. 98491-7949).

Espinar posee notables puentes coloniales (Santo Domingo, Kero, Machu Puente, Rosario y Santa Lucía). Todos en uso. Hechos de sillar, con arcos, estribos y barandas

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