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Nadie dejaba de hablar de “Roma” hasta que se estrenó “”. Y con razón. En el Perú, de hecho, esta última entró en cartelera el 7 de febrero, por lo que aún hay buenas chances de poder ir a verla en pantalla grande. No habrá decepción, qué va. Esta comedia negra dirigida por el griego Yorgos Lanthimos se ha metido al bolsillo a los críticos en los últimos días por la intensidad de la historia y las soberanas interpretaciones de las actrices Olivia Colman y Rachel Weisz. También actúa Emma Stone. a la cinta del mexicano Cuarón.

¿De qué va la trama? La berrinchuda y enferma reina Ana de Gran Bretaña (Colman, ya ganó un Globo de Oro por ese rol) tiene problemas para gobernar en el siglo XVII. No tiene lucidez (o así parece), interés o salud. Es su fiel amiga Lady Sarah Churchill, la duquesa de Marlborough (Weisz), quien cuida de ella ante el público. No obstante, en las sombras, es quien le susurra las decisiones que debe tomar en el gobierno. Claro, en favor de sus propios intereses. La oposición política lo sabe y no puede hacer nada al respecto. Eso hasta que llega a palacio Abigail Himm (Stone), una dama caída en desgracia que empezará trabajando como criada, pero que con el transcurrir del tiempo descubrirá la forma de robarle el puesto a Churchill. En público y en las sombras. Incluso en la alcoba.

Ambas cortesanas, pues, ejemplifican en la ficción tantas otras figuras oscuras y con agendas propias cercanas al poder en la historia universal, Rasputín a la cabeza. Surge, entonces, la duda aterrizada en el plano local. ¿Qué referentes como estos existen en el pasado de nuestro país?

La idea, en un principio, era hallar símiles a las protagonistas del filme, por lo que fuimos a preguntarle a historiadores peruanos. Sin embargo, explican ellos, tales no se han registrado a la fecha en investigaciones. Esto se daría, afirma el estudioso del Instituto de Historia de la Universidad Católica de Chile José Ragas, porque ha existido un predominio masculino en los puestos de poder en las diversas etapas de nuestra historia.

Acota el profesor universitario Joseph Dager: “Aunque no encaja perfectamente en el perfil que estamos buscando respecto de la película, quizá podríamos mencionar a Micaela Villegas ‘La Perricholi’. Por supuesto, aquí hay mucho mito. Su figura siempre ha destacado entorno al hecho de ser la amante del virrey Manuel Amat. Pero digamos que cuando él llegó al Perú, ella ya era una actriz conocida. Luego se acercaría a él por su fortuna. Lo que se sabe es que fue una persona muy cercana al poder y que aparentemente convencía al virrey de hacer lo que ella quería”.

Referentes masculinos
Ampliando las pesquisas a las figuras masculinas, el historiador Dager no puede evitar, primero, detenerse en el hecho de que las cortes durante el Virreinato no eran tan disímiles a las británicas mostradas en la cinta. “Como sabemos, el virrey era el representante del rey de España. Varias de las formas y costumbres que habían allá se replicaban aquí por ello. El virrey tenía, pues, su propia corte, sus secretarios personales y asesores, los cuales eran muchas veces personas que aconsejaban y ostentaban poder”. Luego él menciona dos personajes conocidos, ambos intelectuales de los siglos XVII y XVIII.

“Primero está Pedro Peralta y Barnuevo, un literato muy importante en la Colonia. Fue asesor de varios virreyes y un personaje que logró poseer mucha importancia en los círculos de poder. Después está el mismo Hipólito Unanue, que fue ministro con San Martín, luego de Bolívar. Tras la independencia, además, tuvo una destacada participación en la República”, detalla.

Añade que ambos representan las figuras de los criollos que logran entrar en la corte virreinal, que logran la confianza del virrey o de quienes están a cargo del país logrando poder y un grado influencia importante. ¿Tendrían también ellos su propia agenda detrás de los consejos que brindaban? “Es probable. En ninguno de estos casos hemos podido ver lo que esgrime la película, aunque quizá lo haya habido. Sin embargo, no hay demasiada prueba documental. Lo que sí se sabe es que siempre estaban tratando de hacer favores al grupo de élite nacional conocido”.

El siglo XX
El historiador José Ragas, por su parte, da cuenta, ya en la República, de la figura de Alejandro Esparza Zañartu, mano derecha del presidente Manuel A. Odría, sindicado como el encargado de la represión política entre 1948 y 1955. Fue su ministro de Gobierno e incluso personaje de Mario Vargas Llosa en su libro “Conversaciones en la Catedral”. Ya en la historia más reciente, Ragas señala, cómo no, a Vladimiro Montesinos, asesor del ex presidente Alberto Fujimori.

“En la década del noventa, de hecho, se comparó a Esparza Zañartu con Montesinos. Ambos habrían tenido el poder detrás del trono, un rol importante en la seguridad interna del país, además de la tarea de lidiar con la oposición. Fueron figuras de mucha influencia sobre Odría y Fujimori, respectivamente”//.

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