MDN
Pedro Suárez Vértiz
Rafaella León

“Yo era un hipocondríaco y mira con qué me salió la vida”. nos responde la entrevista empezando con esta frase. Lo hace por escrito desde su teléfono móvil sin el cual, según nos comenta luego, se sentiría marginado familiar, laboral y socialmente. Ahí escribe sus columnas semanales para Somos, se comunica con su esposa e hijos, maneja lo que aún es su carrera de artista y músico y pierde el tiempo con amigos. “Que es mejor que perder amigos con el tiempo”, aclara con un mensaje que llega a nuestro teléfono.

Estamos frente a él en su habitación, de donde no sale casi nunca desde que recrudecieron los síntomas del síndrome neuromuscular bulbar que le aqueja desde hace una década y que le ataca músculos y voz. Es primera vez que recibe a un extraño pero accede porque tiene ganas de contar cómo está ahora, en medio de terapias físicas, respiratorias y alimentándose con comida especial.

Sus ojos hablan, sus movimientos dicen, aunque no lo entendamos. Sus hijos mayores ven una película a su lado y nos sirven de traductores. Está ansioso porque este sábado 22 se presenta en la Feria Internacional del Libro un reportaje sobre su vida, el mismo que la autora, Mávila Huertas, trabajó durante año y medio. El libro se llama Pedro y contiene además la historia del fenómeno irrepetible que él lideró: Arena Hash. Resbalando un dedo sobre su ventana al mundo marca Apple, no calla nada.

¿Qué has tenido que ordenar, qué antiguas rutinas has debido dejar de lado para llevar la vida que llevas hoy?
​Absolutamente todo. Casi no salgo. Como comida especial. Solo veo amigos íntimos. La atrofia muscular debido a mi síndrome bulbar -que atacó los músculos del habla al principio- también afecta indirectamente el resto de músculos y daña un poco el equilibrio. Por eso no puedo tropezar o caer. Debo tener mucha cautela.

¿Cuál fue el primer síntoma (y cuándo) y cuál ha sido el más reciente?
Ya en el 2007 empecé a perder un poco la "s" en el habla luego la "r" y así sucesivamente. Después preferí ya no hablar. Me costaba demasiado. El síntoma más reciente es la pérdida del equilibrio por atrofia de ciertos músculos. Así de raro es lo que tengo.

¿Hace cuánto que no sales?
Hoy salí pero a casa de una amiga por su cumpleaños. Nos juntamos varias familias. Pero solo porque sé que vamos a hacer y no hay extraños. Pero a zonas públicas no puedo ir. Me daría ataque de pánico o de aburrimiento que también es horrible. Mi fama hace todo más difícil y no me gusta huir de mis seguidores.

¿Escuchas música?
He regresado a Elvis y a los Beatles. Y Prefiero escuchar lo que mis hijos ponen desde sus dormitorios que estar buscando música nueva. La humanidad está muy estresada. Es un contexto muy infertil para que surjan buenas canciones. 

¿Extrañas tocar en vivo? ¿Cómo haces para no extrañar hacer cosas que antes hacías?
Extraño mucho tocar porque sé que la gente también lo extraña. Pero no me duele. No sé porque. Quizás estar vivo con lo complicado de mi condición física ya es bastante milagro y eso me hace sentir agradecido. Ser creyente ayuda mucho. Te da otra perspectiva sobre los obstáculos de la vida. La enfermedad mejoró mi relación con Dios

¿Algún grupo peruano repitió el fenómeno que fue Arena Hash?Ninguno y no lo digo yo. Mezclamos lo mejor de los dos mundos: el fanatismo masivo tipo Menudo, con la trascendencia artística a través de canciones que pasaron la prueba del tiempo. Frágil, Miki, Río, son grandes pero no los correteaban por las calles.

¿Por qué se acabó la banda?
Ellos eran bien ochenteros y yo quería grabar un poco de rock n roll. Así que hice austeramente un disco solista pero pegó tanto que hasta Sony EE.UU. lo firmó. Justo Cynthia [su esposa] quedó embarazada y tuve que empezar a tocar para pagar todo lo que venía. Se me vino una nueva realidad encima. Nunca quise ser solista y De pronto era solista. 

¿El amor por Cynthia pudo más que todo lo demás?
Mi responsabilidad como padre me hizo no esperar que Arena Hash se organice para buscar un gran estudio y grandes auspiciadores como estábamos acostumbrados. Tenía que traer el pan ya mismo y por eso salí a cantar solo. Realmente nunca hubo ruptura, solo un interminable paréntesis.

Esta entrevista fue publicada el 22 de julio del 2017 en la edición impresa de la revista Somos.

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