Aráoz puede prolongar el periodo de gracia con la oposición, si no surge ningún escándalo en el Gobierno que se torne inmanejable. (Foto: USI)
Aráoz puede prolongar el periodo de gracia con la oposición, si no surge ningún escándalo en el Gobierno que se torne inmanejable. (Foto: USI)
Juan Carlos Tafur

Ha empezado con buen pie la flamante premier, . Luego de diversas reuniones con todas las bancadas parlamentarias, se encamina a obtener el voto de confianza.

De hecho, ha utilizado la misma fórmula de su antecesor, Fernando Zavala, quien también hizo ese periplo y obtuvo sin sobresaltos la votación favorable del Congreso de la República. 

Pero como se pudo apreciar entonces, no tardaron en llegar los traspiés gubernativos y la consecuente radicalización opositora, que a la postre derivaron en la pérdida de confianza del gabinete y su salida poco decorosa. 

El gabinete Aráoz supone una mejora polítca respecto del presidido por Zavala. Mercedes Aráoz ha sido ministra y congresista, además de candidata presidencial, sufriendo los rigores de las zancadillas apristas que terminaron de sacarla de carrera. No es, pues, nueva en el oficio. 

Tampoco lo es Carlos Bruce, quien aporta una cuota política claramente superior a la de su antecesor, el casi clandestino Edmer Trujillo. Los programas habitacionales fueron un éxito durante la gestión de Bruce como ministro de Vivienda de Alejandro Toledo y supusieron, para el hoy prófugo ex mandatario, un balón de oxígeno político que en algo alivió su poco apacible gestión. 

¿Luna de miel prolongada?
​Es difícil suponer, sin embargo, que el actual idilio dure mucho si es que el Gobierno no aprovecha este mayor juego político para recuperar niveles de aprobación. Toledo podía darse el lujo de tener un dígito aprobatorio porque tenía mayoría en el Congreso. PPK no la tiene y en esa medida su único blindaje pasa por lograr que no sea tan rentable, políticamente hablando, ponerlo contra las cuerdas.

Una cosa es ser premier de un gabinete tecnocrático con un presidente aprobado por más del 60% de la población, y otra, muy distinta, serlo de un gabinete más político, pero con un presidente con aprobación del 22%, con tendencia a la baja.

Es poco probable que el romance sea eterno, pero Aráoz puede prolongar el periodo de gracia. El verano es una estación relajada: hay vacaciones escolares y la mayor parte de la clase trabajadora formal también toma su descanso en esos meses. Viene además el Papa y resulta difícil que en el contexto de su visita se agiten las aguas políticas. 

Hay, sin embargo, varios obstáculos potenciales en el horizonte. De hecho siempre es probable que surja un nuevo escándalo cuyo impacto dependerá en gran medida de la reacción del Gobierno. Otro tema en el horizonte es el eventual indulto a Alberto Fujimori, capaz de causar zozobra política en el país y respecto del cual la primera ministra deberá dar cuenta. Finalmente, aparece la probabilidad de un conflicto social, aun cuando diversos voceros del Gobierno se han cuidado de no darle pase libre a aquellos proyectos mineros que conllevan una carga de protesta. 

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