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Taller Razeto
Nora Sugobono

Leonor de Izcue tenía solo 13 años cuando se enamoró de Manuel Razeto, el hermano mayor de su mejor amiga. Aquello ocurrió en ese momento en la historia de la humanidad en el que la inexistencia de redes sociales hacía casi imposible conocer tanto paradero como actividad del ser querido. Hoy lo tenemos todo muy fácil.

Por ese entonces ella visitaba la casa Razeto con frecuencia, guardando su secreto; él viajaba por el Perú, ajeno a lo que pasaba. El tiempo supo hacer su trabajo: seis años después de ese flechazo adolescente, la joven limeña se casaba con el descendiente de italianos y ambos partían a Tacna a empezar una nueva vida. Allí, de la mano de su suegra, Leonor conoció de pastas, quesos, pestos y vinos. Nunca más pudo desligarse de la cocina italiana. Tres décadas tendrían que pasar para que se anime a compartir lo aprendido. 

Taller Razeto es un espacio exageradamente acogedor. Lo es porque es el primer piso de la casa de la pareja, en pleno malecón de La Punta. Todo se prepara a diario y se sirve fresco, con la vista del Pacífico como fondo. Ocasionalmente, Leonor recibe la visita de su suegra. No hay una sola objeción.

Mamma mia
Los ñoquis deberían comerse siempre con cuchara. Téngalo presente aquí, sobre todo porque estos están hechos con papa amarilla. Pueden salir al pesto (como es tradición, se sirve frío sobre la pasta caliente), a la pomarola, a la crema o a los 4 quesos (cualquiera a S/ 38). Los spaghetti al funghi porcini (S/ 34) compensan la sencillez de su presentación con el sabor: los hongos se fríen en ajo y aceite, se saltean con su jugo y en esa misma mezcla se dejan cocinar los fideos. Punto aparte merecen las lasañas, especialmente la de pesto (viene con pomarola y una versión de salsa blanca hecha sin harina, con crema y queso; S/ 36). Las capas se dejan sentir una a una, sin convertirse en ese mazacote que pasa por lasaña, común en muchos restaurantes. Si busca sorpresas, vaya por el pastel de queso: hecho con paria y queso fresco. En realidad, todo aquí es sorprendente. Solo vaya y pida lo que el corazón le dicte. Luego, dese un paseo por el malecón.

De sur a norte

  • La Punta sigue siendo hogar de muchas familias genovesas instaladas en el Callao desde inicios del siglo XX, y eso se deja sentir en la mesa de Taller Razeto. La sazón también se nutre de otra zona de nuestro litoral con una colonia italiana importante: Tacna.

  • Panes, ñoquis, pastas rellenas y la masa de la pizza se elaboran artesanalmente en el Taller. Lo mismo sucede con todas las salsas. 

  • Pastas largas, quesos, embutidos y algunos productos especiales, (como una versión de Nutella hecha en Perú) se encargan a Il Pastificio y Due Amici.

EL DATO
Dirección: Jr. García y García 555. La Punta, Callao.
Horarios: Miércoles y jueves de 1 p.m. a 10 p.m. Viernes y sábados de 1 p.m. a 11 p.m. Domingos de 1 p.m. a 5 p.m.
Contacto: 635-3890.

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