"Vizcarra, el silencioso", por Juan Carlos Tafur

Lo que se le exige a Martín Vizcarra –nos refiere una fuente allegada al presidente– no es que se pronuncie respecto de si renunciaría si PPK es vacado, sino que se la juegue políticamente a favor del régimen en medio de la peor tormenta política del año. 

“No actúa con lealtad en ese sentido. PPK pensó en él para que asuma la jefatura del proceso de reconstrucción luego de haber renunciado a la cartera de Transportes y Comunicaciones tras el escándalo Chinchero. Pero él mismo no quiso y pidió la embajada del Perú en Canadá, porque quería aprender inglés”, agrega. 

El propio Vizcarra ha señalado que ha tenido una breve comunicación por WhatsApp con el congresista Gilbert Violeta, y telefónica con Salvador Heresi. En ellas solo desmintió que haya efectuado alguna coordinación con el fujimorismo a propósito de la coyuntura. Vizcarra lo niega, pero ya con anterioridad diversas fuentes del fujimorismo nos confirmaron que esa comunicación sí había existido y que en ellas el primer vicepresidente había expresado que él no renunciaría a su cargo si la vacancia prospera. 

Con quien se reunió en Toronto, a propósito del evento minero que organizó entre el 4 y el 7 de marzo, fue con la ministra de Economía, Claudia Cooper, pero no hablaron del tema. 

Factor Kenji
En cualquier caso, hay plena conciencia en el gobierno de que la suerte de PPK no depende tanto de Vizcarra. Puntualmente hablando, la posibilidad de que vaquen o no al presidente Kuczynski va a requerir de la capacidad de Kenji Fujimori de reclutar más congresistas para los ‘avengers’. 

Diversos mensajes se han cruzado entre el propio PPK y Kenji Fujimori, quien se encarga de convencer a los potenciales reclutados. A esa tarea de ablandamiento se ha sumado, solo en algunos casos, el propio Alberto Fujimori, quien habría insistido más bien sobre el tema de la fragilidad de su indulto si PPK es vacado. Y quien coordina directamente, desde el Congreso, es el congresista Gilbert Violeta, el operador encargado de estas conversaciones. 

Lo que genera incertidumbre es si habrá nuevos disidentes además de los diez que inicialmente partieron el día de la votación congresal por la vacancia, a los que se suma uno más que abandonó las filas partidarias. Fuentes del grupo de Kenji Fujimori estiman que la baraja aún no está decidida, pero que podrían ser entre cuatro, en el peor de los casos, o diez, en el mejor. 

El análisis completo de Juan Carlos Tafur este sábado en la edición impresa de la revista Somos.