El aumento de temperatura es la expresión más evidente que puede existir del cambio climático. Desde la revolución industrial todos los indicadores señalan un incremento de los gases de efecto invernadero (GEI), los cuales se acumulan en la atmósfera y generan una especie de colchón que impide que determinados rayos puedan salir produciendo así un efecto de invernadero que sobrecalienta la tierra. Según Augusto Castro, director del Instituto de Ciencias de la Naturaleza, Territorio y Energías Renovables (INTE) de la Pontificia Universidad Católica del Perú, la preocupación de los países, que se expresa en las reuniones de las COP, es que hacia el 2050 no sobrepasemos los 2 °C “Si eso se produce, estaremos en condiciones muy duras, ya que significa que los glaciares tropicales y los polos empiecen un proceso de derretimiento”, expresa.
MEDIDAS A TOMAREstos gases de
efecto invernadero son causados, en mayor proporción, por las actividades del ser humano, como por ejemplo al usar combustibles fósiles en la industria, transporte, vivienda, en el tratamiento inadecuado de los residuos sólidos orgánicos, entre otros. Jorge Sanabria, director del Centro de Estudios para el Desarrollo Sostenible (
CEDS) de la Universidad de Lima, dice que el gobierno es responsable de plantear las soluciones, pero no es el único. A nivel de
Políticas de Gobierno, desde el punto de vista energético, se debe proponer normas para incentivar el uso de
energías limpias, de fuentes renovables, explica Sanabria.
Otro aspecto que contribuye a la emisión de
GEI es la gestión y tratamiento de los
residuos sólidos. Según añade Sanabria, “se tiene que dar el salto hacia técnicas avanzadas de tratamiento de residuos y no solo manejarnos con rellenos sanitarios”. Por su parte, el vocero de la
PUCP expresa es clave saber cómo mitigar los gases de efecto invernadero y eso, por ejemplo, en nuestro país significa que podamos contar con zonas que estén sanas, fuertes y tener bosques con la capacidad de absolver el dióxido de carbono.