5 beneficios de la música, pintura y teatro

Exponer a un niño al arte y a las actividades artísticas, fomenta su curiosidad por el conocimiento, fortalece sus metas personales y desarrolla su disciplina. Pero, sobre cualquier otro beneficio, logra hacerlo feliz.

Algunos años atrás, la revista científica Nature, mostró los resultados de una investigación realizada en colegios públicos de Estados Unidos. Según la publicación, los niños que contaron con una hora extra de clases de artes plásticas y música en la escuela, mejoraron significativamente sus calificaciones en todas sus otras materias y sobresalieron del resto de alumnos.

1. Incrementa la inteligencia emocional

Como esta investigación, son muchas las evidencias fácticas del papel positivo que juega el arte en la educación: al prestar más atención al espacio, se despierta la capacidad perceptiva, y la coordinación entre el ojo y la mano se hace fina. Se mejora la lateralidad y el sentido del ritmo. Cognitivamente se desarrolla la representación simbólica y la expresión en el lenguaje. Y se incrementa la inteligencia emocional.

2. Mejora la memoria y concentración

Todos estos beneficios, que generalmente pensamos, pasan desapercibidos en el día a día, son sencillos de constatar, nos dice Luis Enrique Ramírez Koctong, director de Educación del Museo de Arte de Lima (MALI). “Con las clases de música se mejora la memoria y la concentración, y por tanto, aumentan naturalmente las notas en matemática. O por ejemplo, gracias al teatro el niño sabrá esperar su turno y comprenderá la necesidad de trabajar junto a los otros para obtener un resultado positivo”.

3. Despierta su sensibilidad

Juan Valdivieso, licenciado de Artes Plásticas de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú (ENSABAP) y profesor de arte desde hace más de tres décadas, asegura que con la pintura y el dibujo, cualquier pequeño despierta su sensibilidad y está más motivado para aprender otras materias. Hay chicos que tienen dificultades en la relación con su entorno, en el colegio o en la misma familia, continúa Valdivieso. “Sin embargo, con la práctica del arte aprenden a manejar sus emociones y ‘encajar’ se les hace cada vez más sencillo”.

4. Incentiva la atmósfera cultural

Muchos padres intuyen, con razón, que los talleres artísticos incentivan la atmósfera cultural y el compromiso social de sus pequeños. Y así es, el arte comunica a las personas con el pasado próximo y también con el más remoto: es un mecanismo que los seres humanos utilizamos para expresarnos y acercarnos al mundo que nos rodea. Todas las expresiones del arte responden a un tiempo y espacio precisos, nos explica Ramírez Koctong. “Por eso, en la medida en que los niños se relacionen con una disciplina artística, también querrán conocer más sobre su evolución histórica y verán significativamente engrosado su bagaje cultural”.

5. Eleva su autoestima

“Hemos comprobado que temas tan complejos como el del respeto de género, se sostienen y afirman en los niños que aprenden danzas como la marinera, donde el varón y la mujer son complementos necesarios para realizar una buena performance”, continúa el director del MALI.

Lo más interesante de la actividad artística en los pequeños, agrega el profesor Valdivieso, es que al tener la oportunidad de expresar sentimientos íntimos, se incentiva el proceso de autodescubrimiento, proceso clave para generar autoestima. “El arte, en sus diversas manifestaciones, sirve para compartir nuestro mundo interior. Y con él no solo logramos materializar nuestra imaginación, sino que también damos un paso hacia la reflexión y la crítica”, asegura el artista del ENSABAP.

TOMA NOTA

► Libertad. Estimule la creatividad de su hijo o hija, sin imponerle técnicas o materiales. No olvide que los estereotipos y prejuicios son los primeros enemigos de la creatividad.

► Progresivo. Con un niño muy pequeño, es mejor utilizar lápices y plumones gruesos para dibujar.