Limpiar los grafitis en trenes y demás equipamientos del ferrocarril alemán le cuesta a la empresa ferroviaria estatal la friolera de US$10 millones anuales.

Por este motivo la compañía, Deutsche Bahn, quiere probar algo nuevo: vehículos no tripulados de vigilancia.

Según anunció la empresa, pronto empezarán a ponerse a prueba drones equipados con cámaras y sofisticados sensores, con el fin de reducir la gran cantidad de pintadas que se realizan en equipos de su propiedad durante la noche.

Sin informar sobre una fecha exacta, los portavoces de Deutsche Bahn sólo especificaron que los ensayos se realizarán en los depósitos de los trenes.

LOS ALEMANES Y LA PRIVACIDAD Todavía no se sabe cómo esta decisión chocará de frente con las estrictas normas antivigilancia que existen en Alemania.

Según explicó el periodista Stephen Evans, de la BBC en Berlín, utilizar cámaras para filmar a personas sin que éstas lo sepan es un tema muy sensible en un país donde la privacidad es extremadamente valorada.

La preocupación por la privacidad que tienen los alemanes ya se hizo patente cuando hace tres años Google envió sus cámaras por todo el país para elaborar su mapa callejero de 20 ciudades.

En esa ocasión muchos pidieron que no se filmaran sus casas para que no aparecieran en internet.

Tal fue la oposición del país que Google fue obligada a ofrecerles a los alemanes la opción de no figurar en sus mapas. De este modo, si una familia no quería que su hogar apareciera en línea, el frente del edificio aparecería borroso.

Unos 200.000 hogares terminaron pidiendo que se les aplicara la medida.

EN UNA ZONA GRIS En cuanto a los drones antigrafitis, Deutsche Bahn aseguró que estos sólo serán utilizados para vigilar sus enormes depósitos y evitar que vándalos se infiltren durante la noche y pinten los vagones.

Según le precisaron a la BBC, estos aparatos dispondrán de sensores infrarrojos lo suficientemente sofisticados como para identificar a personas y aportar así pruebas sólidas en posibles procesos ante la justicia.

Pero el uso de aviones tripulados en Alemania ya es de por sí un tema que genera polémica. A principios de este mes, el ministro de defensa anunció el costoso proyecto Euro Hawk, que involucra el uso de drones.

La idea consiste en utilizar aparatos no tripulados en el exterior, pero permitiendo que estos circulen en el espacio aéreo alemán, eso sí, sólo cuando tengan que despegar o aterrizar en el territorio.

En respuesta a este plan, las autoridades de tráfico aéreo locales dijeron que podrían no permitir el paso de aviones no tripulados militares, argumentando que los drones no son capaces de evitar colisiones con aviones civiles.

Sin embargo, los drones de vigilancia antigrafitis son de pequeño tamaño, y en Alemania no se necesitan permisos especiales para este tipo de aparatos, aunque sí para los más grandes.

Así que el país parece encontrarse en una zona gris sobre el uso de drones, puntualiza Stephen Evans, ya que no está nada claro cuándo las autoridades deberían intervenir en el uso de esta tecnología.