AGENCIA MATERIA

Un bebé nacido con el virus del sida se ha curado por primera vez en la historia, según ha anunciado un grupo de médicos de EE.UU. De confirmarse el logro, podría ser el primer paso hacia un tratamiento eficaz para algunos de los 330.000 niños que se infectan anualmente en la actualidad, según los últimos datos de la ONU.

La pediatra Deborah Persaud, de la Universidad Johns Hopkins, describe hoy el caso en la sección “¿Hay esperanza para la erradicación del VIH?” de una conferencia especializada que se celebra en Atlanta (EE.UU.). De momento, su equipo no ha publicado los detalles del caso en ninguna revista científica. Según Persaud, el bebé, nacido con VIH, fue tratado inmediatamente, a las 30 horas de vida, con terapia antirretroviral en un hospital de Misisipi. Esta terapia es utilizada en todo el mundo porque elimina el virus hasta un punto y frena su expansión. A los 18 meses, sin embargo, el niño dejó de tomar antirretrovirales y se interrumpió el seguimiento. Cuando volvió a la consulta, cinco meses después, el virus había desaparecido, según los análisis de Persaud y su equipo.

“Este es el primer caso bien documentado de cura funcional en un niño con VIH y sugiere que un tratamiento muy temprano con terapia antirretroviral puede prevenir el establecimiento de un reservorio latente y lograr la curación en niños”, afirman los autores en el estudio preliminar, presentado en la Conferencia de Retrovirus e Infecciones Oportunistas.

LOS ESCONDRIJOS DEL VIRUS Persaud llegó a la Universidad Johns Hopkins en 1997, justo cuando allí se acababa de demostrar que la infección por VIH no se podía erradicar con una terapia antirretroviral agresiva porque el virus se esconde en los ganglios y en otros reservorios del cuerpo humano. La pediatra demostró que el virus también usaba escondrijos en los niños y ahora su investigación sugiere que se le puede dar caza antes de que el patógeno se oculte en sus guaridas.

El investigador Mariano Esteban, del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, en Madrid, desarrolla una prometedora vacuna contra el VIH. A su juicio, hay que ser cautos ante el anuncio de Persaud, porque todavía no se ha publicado en una revista científica. Además, subraya, “aún no se puede hablar de curación”, ya que como admiten los investigadores en su estudio, a los 26 meses de edad al bebé todavía se le detectaban cuatro copias de ADN del virus por cada millón de PBMC, un grupo de células sanguíneas que incluye a los glóbulos blancos que infecta el VIH. La huella es ínfima, pero existe. “Habría que evaluar otros tejidos, ganglios, para confirmar la presencia o ausencia del virus”, explica Esteban, que reclama “los datos experimentales en una publicación científica”.

El virólogo Rafael Nájera, experto en VIH, también es muy cauto ante el anuncio histórico. “Es un resultado interesante, que posiblemente sea verdad, pero convendría llevar a cabo un seguimiento más fino”, señala. Nájera, profesor emérito del Instituto de Salud Carlos III, cree que es “muy discutible” que el virus no llegara a infectar los reservorios del bebé, como sugieren los autores. “En 30 horas el virus puede llegar tranquilamente a todos los sitios”, explica. “No se puede excluir del todo que el virus siga en un reservorio”.

El médico argentino Julio Montaner, pionero del tratamiento del VIH, también es cauto. Cree que “este caso abre la puerta para plantear la hipótesis de que si se empieza el tratamiento en forma muy temprana, cuanto antes mejor, habría una probabilidad de poder lograr una cura funcional”. Montaner, director del Centro para la Excelencia en VIH/Sida de Columbia Británica (Canadá), pide que esta hipótesis se ponga a prueba con un ensayo clínico formal, como también han propuesto los autores del estudio. “Entre tanto, nuestra estrategia debe continuar siendo ofrecer el tratamiento en forma temprana a todos los individuos que están infectados con el VIH, ya que esto prevendrá la progresión de la enfermedad al sida, la muerte precoz y la transmisión del virus. El tratamiento como prevención es el arma más prometedora en la lucha contra el VIH/sida”, añade.

Hasta la fecha, sólo se había documentado un caso de curación del VIH, el de Timothy Ray Brown, un estadounidense afincado en Berlín que, además de estar infectado por el virus del sida, sufría una leucemia mieloide aguda, un cáncer contra el que se recomienda el trasplante de médula ósea si falla la quimioterapia. El hematólogo alemán Gero Hütter decidió experimentar con él y buscó un donante de médula ósea que además de ser compatible con Brown presentara una mutación en el gen CCR5, un cambio presente en el 1% de la población que genera una especie de inmunidad natural contra el VIH. Y, según anunciaron en 2008, funcionó.