Un grupo de científicos con apoyo de la NASA alista un motor de fusión nuclear que podría facilitar sobremanera la exploración espacial, pues se proyecta que podría llevar una nave tripulada a Marte en 30 días y no en cuatro años, como se calcula que podría ocurrir con combustibles tradicionales.

“Usando los combustibles de cohete existentes, es casi imposible para los humanos explorar mucho más allá de la Tierra”, ha señalado John Slough, profesor asociado de la Universidad de Washington. Esta casa de estudios desarrolla este método de propulsión junto a una empresa privada.

Slough espera, con este combustible, convertir el viaje interplanetario en “algo común”.

¿CÓMO FUNCIONA? El sistema, que es financiado por la NASA a través de su Programa de conceptos avanzados innovadores, utiliza campos magnéticos para hacer implosionar metal contra un tipo de plasma que está encerrado en su propio campo magnético, produciendo la reacción en microsegundos.

El material residual es expulsando por la salida del cohete y el proceso es repetido cada minuto para hacer avanzar la nave.

Según los investigadores, una partícula del tamaño de un grano de arena puede dar la misma cantidad de energía que un galón de combustible, informó la Universidad de Washington.