JUAN CARLOS CUADROS GUEDES El Comercio

Cuando nos acercamos a una tienda de televisores, es habitual que las publicidades y los vendedores nos mareen con siglas y palabras que quizá no comprendemos. Y puede ser que al final compremos un LCD, a buen precio –como si fuera lo último en tecnología–, cuando la nota máxima la imponen hoy los LED.

Una experiencia similar la viven quizá todos los días aquellos que buscan una conexión a Internet. Y aunque cada día hay menos problemas de conectividad, lo cierto es que el mayor reclamo que sufre el servicio tiene relación con la velocidad, sobre todo cuando queremos ver videos, descargar fotografías o algún archivo con información relevante, y justo en ese momento no podemos hacerlo.

Algunos proveedores del servicio ofrecen la velocidad de un auto de carrera, pero cuando se navega por la red, es como si uno transitara por la avenida Javier Prado, entre las 6 p.m. y 7 p.m., en plena hora punta.

VELOCIDADES MUY BAJAS Según un estudio de Cisco Global Cloud Index (2011-2016), el Perú ocupa hoy el penúltimo lugar de Latinoamérica en velocidad y calidad de la señal de Internet: solo supera a Bolivia.

Hasta hace dos años, los usuarios contrataban un servicio de 2 megabytes y era suficiente. Ahora existen planes integrales con televisión e Internet de hasta 4 megabytes por segundo y telefonía fija, porque los hogares requieren mayor conectividad, rapidez y cobertura, pero aún así el tráfico es lento.

El Organismo Peruano de Consumidores y Usuarios (Opecu), que preside Héctor Plate Cánepa, ha venido alertando sobre el tema en reiteradas oportunidades, sobre todo sobre el hecho de que las empresas proveedoras del servicio únicamente garantizan un 10% de la velocidad que se contrata.

Al respecto, el regulador de las telecomunicaciones, Osiptel, anunció en enero que para poner fin a ello se iba a modificar el reglamento de condiciones de uso de los servicios públicos de telecomunicaciones referidos a Internet.

Según se dijo, se establecerían nuevos parámetros para que las empresas brinden información de manera transparente respecto a las características de los planes de Internet que se brindan en el mercado. Con esos cambios las empresas operadoras de Internet (Movistar, Claro, Nextel y Olo) estarían obligadas a consignar en los contratos con los usuarios tanto las velocidades mínimas como las máximas garantizadas.

Pero lo que algunos expertos cuestionan es cómo en tiempos de la fibra óptica y conexiones satelitales, la velocidad sigue siendo lenta. Se dice que estaría pasando lo mismo que en las calles de Lima: muchos carros para calles y avenidas tan cortas. Hace falta regulación.