Un menor y un adulto se paran frente a un cartel en una calle de una ciudad española. Desde la imagen, un niño los mira fijo, con gesto adusto.

El adulto solo ve el retrato del muchachito, junto a un texto en el que se lee: A veces el maltrato infantil es solo visible para el niño que lo sufre.

Pero al niño se le revela otra imagen. El retrato muestra ahora a un jovencito golpeado, con moretones, y un número de teléfono al que puede realizar una llamada anónima si ha sufrido agresiones, junto al texto si alguien te hace daño, llámanos y te ayudaremos.

El adulto no lo ve, porque el texto solo puede leerse desde el punto de vista de un niño, desde su altura.

Para lograr ese efecto, el aviso distribuido en el marco del Día Internacional de la Lucha Contra el Maltrato Infantil a fines de abril fue realizado con la técnica de impresión lenticular, que muestra diferentes imágenes dependiendo del ángulo desde el que se lo mire.

Desde el promedio de estatura de un adulto, 1,75 metros, no se ve el teléfono. Pero desde el promedio infantil de 1,35 se hace visible.

EVITAR LA MIRADA DEL ABUSADOR De acuerdo con la Fundación Anar (por Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo), la organización no gubernamental de España que comisionó el cartel, el mensaje secreto puede ayudar a que los niños ganen confianza y llamen al teléfono de ayuda si lo necesitan; sobre todo si en el momento en que ven el cartel están acompañados por quien abusa de ellos.

A la entidad le preocupaba que en un caso así el adulto pudiera decir cosas para disuadir al menor de buscar asistencia.

Por eso recurrió a la impresión lenticular, una técnica que ha existido por décadas y ha sido utilizada para muchísimos otros fines.

Entre ellos, los más conocidos tal vez sean las pegatinas y tapas de libros infantiles animadas, que dan la impresión de movimiento al balancearlas de lado a lado.

Recientes adelantos en la técnica han conseguido una ilusión de mayor profundidad, lo que permite crear un efecto tridimensional sin utilizar las típicas lentes 3D.