Debemos modificar nuestros hábitos de exposición al sol para evitar el cáncer de piel. Los protectores solares son nuestros aliados.
Debemos modificar nuestros hábitos de exposición al sol para evitar el cáncer de piel. Los protectores solares son nuestros aliados.
Bruno Ortiz Bisso


¿Debo usar protector solar todos los días, incluso en invierno? ¿Qué factor de protección solar es el que me conviene? ¿Cuándo debo acudir al médico porque veo cambios anormales en mi piel? Estas son algunas de las preguntas que todos los veranos empiezan a hacerse más recurrentes. Sin embargo, el sol sale todos los días del año y estamos siempre expuestos a él. Por ello, El Comercio conversó con el doctor Martín Falla, cirujano oncólogo especialista en piel y mama de Oncosalud, para responder todas nuestras dudas con respecto a los protectores solares y al .


El especialista es muy claro con respecto a los protectores solares: la frecuencia de uso depende mucho de la exposición que tengamos al sol, el factor de protección solar (FPS) solo va de 30 a 100, pero es el dermatólogo quien debe examinarnos para decirnos cuál nos conviene según nuestro tipo de piel. “Hay que recordar que la piel tiene memoria y si la maltratamos durante mucho tiempo puede formarse un ”, indica el especialista.


Una de las maneras más conocidas para determinar si un lunar puede convertirse en es aplicando el ABCD: Asimetría (que dividiéndolo en dos no tenga partes iguales), Bordes irregulares, Color no uniforme y Diámetro cambiante. “Los lunares a veces migran, pero hay que tener en cuenta si hay alguno de los cambios ya mencionados. En ese momento nuestra principal ayuda es la familia, quien puede ver en zonas donde normalmente no nos fijamos”, acota Falla.


Suena a disco rayado, pero debe quedar grabado a fuego en nuestro cerebro: evitar tomar el sol entre las 10:00 a.m y las 3:00 p.m.; usar constantemente protectores solares (si se está en la playa o la piscina, volvérselo a colocar luego de salir del agua); usar gafas con protección UV y si es posible prendas de vestir que tengan la misma capacidad. El sol es fuente de vida, pero si no nos exponemos adecuadamente a él puede convertirse en nuestro enemigo.

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