(Foto: AFP)
(Foto: AFP)
Redacción EC

Este viernes se ha dado inicio de forma oficial a la en nuestro hemisferio, con la llegada del equinoccio de septiembre.

Aproximadamente a las 3:02 p.m. del Perú, el Sol ha llegado a su máxima altura posible con relación al observador ubicado en la Tierra, dando lugar a este singular momento astronómico.

El equinoccio debe su nombre a la voz latina ‘aequinoctium’ que significa noche igual, denominación que hace referencia al hecho de que en esta fecha el día y la noche tendrán la misma duración.

Después de este momento, los periodos de luz solar serán más extensos, lo que se traducirá en días más largos y noches más cortas.

Cada año tienen lugar dos equinoccios y el primero se produce entre el 20 y 21 de marzo, marcando el inicio del otoño y un periodo en el que los días se acortarán. El segundo, como el del viernes, ocurre el 22 o 23 de setiembre.

La razón de que estas dos fechas no sean exactas se encuentra en que el calendario gregoriano -que se usa hasta nuestros días- incluye años bisiestos, los cuales están, a su vez, expuestos a excepciones sumamente específicas.​

Desde hoy, la primavera se extenderá hasta llegar al solsticio de verano austral (20 o 21 de diciembre), en el que el Sol llegará a su menor altura aparente en el cielo terrestre y comenzará el verano.

En el resto del mundo

De la misma forma en la que el actual equinoccio de setiembre marca el inicio de la primavera en la región austral, en el hemisferio septentrional supone el comienzo del otoño. A partir de este momento, el polo norte de la Tierra iniciará una larga noche de seis meses, mientras que el polo sur tendrá un día que se prolongará por el mismo margen temporal.

Contenido sugerido

Contenido GEC