(Foto: Google)
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Redacción EC

La microbiología es hoy en día parte fundamental de nuestra comprensión de las enfermedades, específicamente hablando de los microorganismos que las provocan; no obstante, siglos atrás, el desconocimiento de campo esencial de la salud se traducía en unas tasas de mortalidad impensables hoy en día.

Uno de los personajes esenciales para el desarrollo de esta disciplina fue Robert Koch médico alemán que es considerado uno de los padres de la microbiología médica y este 11 de diciembre se cumplen 174 años de su nacimiento. ¿Ha visto la imagen que Google ha colocado en su página de inicio? Pues bien, se trata de un homenaje a esta figura, cuyo trabajo contribuyó a salvar millones de vidas.

Retrato de Robert KOch. (Foto: Wellcome Images bajo licencia CC)
Retrato de Robert KOch. (Foto: Wellcome Images bajo licencia CC)

Robert Koch nació el 11 de diciembre de 1843 en la localidad de Clausthal en el Reino de Hannover, años antes de la unificación de Alemania. El futuro investigador fue el tercer hijo de Mathilde y Hermann Koch, un técnico minero con una carrera ascendente en la región.

Desde temprana edad, Koch demostró una gran aptitud para el estudio, quedando como anécdotas, por ejemplo, el que haya aprendido a leer a los cuatro años, aparentemente al revisar los periódicos locales. Durante su formación escolar, Koch demostró excelencia académica en las ciencias, lo que le permitió ingresar a la Universidad de Gotinga, de donde se graduó como médico en 1866.

Tras caer en cuenta de que muchas enfermedades eran producidas por microorganismos, el médico se dedicó a estudiar estas formas de vida. Buena parte de sus investigaciones se centraron en el bacilo del carbunco, mal también conocido como ántrax maligno, lo que le permitió desarrollar un método para extraer el agente patógeno de las muestras de sangre.

La casa en la que Robert Koch nació sigue en pie hasta nuestros días. (Foto: Torbenbrinker de Wikimedia bajo licencia CC)
La casa en la que Robert Koch nació sigue en pie hasta nuestros días. (Foto: Torbenbrinker de Wikimedia bajo licencia CC)

Koch descubrió que estos bacilos se transmitían de forma directa entre las vacas y que, aunque tenían un escaso margen de supervivencia fuera del organismo huésped, eran capaces de crear endósporas que les permitían sobrevivir. Este último tipo de células se caracteriza por una resistencia extrema que les permite subsistir en el suelo y era la explicación detrás de los brotes repentinos de carbunco.

Fue gracias a estas investigaciones que en 1880 Koch llegó a la Oficina de Salud Imperial de Berlín, capital del recientemente unificado Imperio Alemán. En ese periodo, el microbiólogo mejoró las técnicas de estudio y cultivo bacteriano, conocimiento que le permitió hallar la ‘Mycobacterium tuberculosis’.

El 'Mycobacterium tuberculosis', también llamado 'bacilo de Kock', en un cultivo. (Foto: Dominio Público)
El 'Mycobacterium tuberculosis', también llamado 'bacilo de Kock', en un cultivo. (Foto: Dominio Público)

Tras descubrir al agente responsable de la tuberculosis, responsable de una de cada siete muertes en Alemania en aquel tiempo, Koch hizo públicos sus hallazgos el 24 de marzo de 1882. Es con motivo de esta fecha que hoy en día se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis.

A lo anterior se añade que, entre 1891 y 1604, fue director del Instituto de Enfermedades Infecciosas de Berlín.

El estudio de la tuberculosis hizo que Koch recibiera el Premio Nobel de Medicina en 1905, siendo la quinta persona en recibir el entonces recientemente creado galardón.

Viajero e investigador consumado

Cuando era niño, Robert Koch se veía a sí mismo en el futuro como un gran naturalista que viajaba alrededor del mundo y, pese a que buena parte de su trabajo indudablemente se dio en el laboratorio, el microbiólogo nunca renunció completamente a esta vocación.

Durante la guerra franco-prusiana, entre 1870 y 1871, se alistó como médico voluntario y atendió a los enfermos de tifus y disentería provenientes del frente.

Robert Koch se ofreció como médico durante la guerra franco-prusiana. (Foto: Dominio Público/Wikimedia Commons)
Robert Koch se ofreció como médico durante la guerra franco-prusiana. (Foto: Dominio Público/Wikimedia Commons)

Desde 1883 y a lo largo de los años siguientes, el médico realizó viajes como parte de la Comisión Alemana de Plagas, como invitado de Gran Bretaña y también como integrante de la Academia Americana de Artes y Ciencias. Esto lo llevó a lugares tan distantes como Egipto, India, la isla de Java, Nueva Guinea, el África Oriental Alemana, Sudáfrica y Uganda.

En todos estos territorios Koch estudió diversos brotes epidemiológicos y también se infectó varias veces con enfermedades tropicales como la malaria. Pese a su vocación investigadora insaciable, esta situación dañaría severamente su salud.

El microbiólogo estuvo en Egipto en 1884 estudiando el cólera. (Foto: Dominio Público)
El microbiólogo estuvo en Egipto en 1884 estudiando el cólera. (Foto: Dominio Público)

Los últimos viajes de Koch se produjeron después de que recibiera el Nobel de Medicina, hecho que lo obligó a suspender uno de sus habituales periplos para asistir a la ceremonia de premiación. En 1908 realizó una gira mundial.

Debido a su frágil salud en ese entonces, el investigador decidió retirarse a un sanatorio en Baden-Baden el 23 de mayo de 1910. Cuatro días más tarde, Robert Koch fallecería de un infarto agudo de miocardio. Tenía 66 años.

Legado

Koch es parte de un periodo conocido como la “Edad de Oro de la Microbiología”, en el que también vivieron otros ilustres hombres de ciencia Louis Pasteur, otro de los padres de la microbiología, y Ferdinand Cohn.

Además de encontrar al agente responsable de una de las enfermedades más mortales de su tiempo e ir más allá de los hallazgos previos de Cohn en torno al carbunco, Koch también fue pionero en el desarrollo y mejora de las técnicas de estudio microbiológico.

Fue uno de los primeros en  recurrir a la microscopía de inmersión y desarrolló métodos de tinción para la observación de los microorganismos, que son transparentes y difícilmente observables en el medio natural. A lo anterior se añade que ideó técnicas de cultivo bacteriológico con medios sólidos y transparentes, pues en ese entonces los microbios se cultivaban en caldo de carne.

Paul Ehrlich, ganador del Premio Nobel de Medicina en 1908, fue uno de los discípulos de Koch. (Foto: Welcome Images bajo licencia CC)
Paul Ehrlich, ganador del Premio Nobel de Medicina en 1908, fue uno de los discípulos de Koch. (Foto: Welcome Images bajo licencia CC)

Finalmente, aunque no siempre terminó en buenos términos con todos, muchos investigadores notables fueron sus discípulos. Algunos de ellos fueron Emil von Behring, Paul Ehrlich y Georg Gaffky, solo por citar a algunos. Julius Petri, inventor de las famosas placas de Petri que se usan hasta el presente, fue asistente de Koch.

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