Cuando Oliver Sacks conversó con El Comercio
Cuando Oliver Sacks conversó con El Comercio

, el neurólogo de las perplejidades, murió hoy a los 82 años. Era una persona curiosa y no temía soñar hasta con las estrellas. Así quedó registrado cuando conversó con El Comercio en el año 2006. 

Fue un fanático de la serie de ciencia ficción "Star Trek", el universo le atraía. "¡Sí! Me encantaría conocer las estrellas (…) Siempre tengo muchas preguntas sobre el universo, me encantan las estrellas, el clima, la radiación, los ataques de bacterias, siempre me han dado curiosidad enorme”, comentó.

Sus experiencias con la sordera, la ceguera, el insomnio, la amnesia lo llevaron a interesarse por los pacientes con problemas neurológicos incurables.

De joven fue levantador de pesas, bombero en Canadá y motociclista por toda Europa y Estados Unidos. Luego fue conocido por ser uno de los pocos científicos en escribir sobre la ciencia de una forma clara y precisa. Él siempre quiso "ser un escritor como Freud y Darwin, alguien que escribiera con técnicas literarias y precisión científica", contó a El Comercio.

El libro más famoso de este literato-científico es "Despertares" (1973), que relata sus experiencias con veinte pacientes del hospital Monte Carmelo de Nueva York, sobrevivientes de una epidemia de encefalitis letárgica ("la enfermedad del sueño"), que fue llevada al cine en la piel de Robin Williams y Robert de Niro.

(Foto: GIANCARLO SHIBAYAMA /El Comercio)

Solo cuando publicó "Con una sola pierna" se atrevió a ser su propio paciente y héroe. El libro surgió de una cornada de un toro que sufrió en Noruega, la que le provocó una infección que causó que no reconociera su pierna como parte de su cuerpo. Siempre usó las malas experiencias para analizar la mente humana.

"Tuve migraña de niño. A los 3 años empecé a ver luces. Mi mamá, que era neuróloga y también tenía migraña, me explicó lo que era. Para mí fue sumamente importante saber que hay un cerebro y que funciona bien, y que cuando no funciona bien pasan esta clase de cosas. Y siempre me interesé por el tema. En cuanto al haber sido abusado, me ha generado simpatía por las personas que sufren o están heridas de alguna manera”, contó.

(Foto: AP)

Hizo de todo para entender a las personas, por lo que experimentó con drogas en los años 60 a fin de entender lo que sucedía con sus pacientes neurológicos. “Por el LSD pude conocer la visión cortada, que es uno de los síntomas que muchos de mis pacientes refieren y, en vez de decirles que están locos, ya entiendo sus experiencias”, explicó.

Era un hombre curioso, por ello también le llamó la atención las experiencias místicas. “Yo soy un simpatizante de estas (experiencias); quisiera tenerlas ahora que viajo a Machu Picchu, porque no creo que estén asociadas a ningún concepto sobrenatural, sino a la naturaleza”, indicó el Sacks que trabajaba mejor los sábados, según su última entrevista.

Además, Sacks era un apasionado por la música, precisamente uno de sus últimos trabajos fue Musicophilia (2007), en el que buscó entender el poder de la música para "cambiarnos, para sanar y para perseguirnos". 

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