(Foto: AP)
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Redacción EC

El seguimiento de los cambios menores en la gravedad cuando un sismo se aproxima podría ayudar a los científicos a detectar y caracterizar estos movimientos telúricos antes de que ocurran, según una reciente investigación.

Así lo indicó un estudio publicado en la revista Science, en el que se revisaron los datos del terremoto de Japón del año 2011. Los resultados, señalaron que los cambios de gravedad podrían haber anticipado la presencia del sismo tres minutos antes de que comenzara.

Terremoto en Irán. (Foto: AFP)
Terremoto en Irán. (Foto: AFP)

Investigaciones anteriores demostraron que el movimiento de 8,9 grados en la escala de Richter que azotó al país asiático, fue lo suficientemente potente como para alterar ligeramente la atracción de la gravedad en el terreno afectado. En ese entonces, los meteorólogos se demoraron tres horas para estimar su magnitud real.

El nuevo estudio sugiere que las señales de gravedad, que viajan a más de 280 mil kilómetros por segundo, fueron más evidentes en las estaciones de monitoreo entre 1.000 y 2.000 km del epicentro del terremoto. A esa velocidad, las señales tuvieron suficiente tiempo para registrarse antes de que iniciara el movimiento.

Según los investigadores, este método debería funcionar para detectar sismos de magnitud 8,5 o superior que tienen la envergadura suficiente como para generar señales de gravedad mensurables.

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