El doctor Raúl Gutiérrez de la clínica Ricardo Palma explica a El Comercio el origen de las lesiones más comunes entre los futbolistas profesionales. (El Comercio)
Bruno Ortiz Bisso


Un diagnóstico de fatiga muscular casi saca de la convocatoria para los dos últimos partidos de las eliminatorias 2018 a Jefferson Farfán. Para muchos comentaristas, esta situación no era más que una excusa, pues no se trataría de una real condición de salud. Sin embargo, el doctor Raúl Gutiérrez, especialista en cirugía ortopédica y traumatología de la clínica Ricardo Palma se trata de una situación real que debe ser tomada en serio.


“Se le denomina así a un estrés físico. Nuestro cuerpo recibe la orden del cerebro: ‘estás agotado, te puedes romper’. Entonces el cuerpo responde con cansancio, falta de fuerzas. Incluso el propio cuerpo evita la carga de trabajo para evitar ”, explicó a El Comercio el doctor Gutiérrez.


Con respecto a los desgarros, el especialista indica que es una distención de las fibras musculares, que puede ir desde una lesión leve hasta una grave, que significa una rotura de estas fibras. “Estos se pueden causar por traumatismos directos, propios del fragor del juego”, detalla Gutiérrez.


Una torción de la rodilla derecha dejó fuera de la convocatoria a Iván Bulos. Esguince severo y rotura del ligamento cruzado anterior es el diagnóstico. El doctor de la clínica Ricardo Palma nos da más detalles al respecto. “Un esguince de tercer grado. Eso sucede cuando el ligamento se mueve más de lo que debería moverse y eso causó su rompimiento. Para la recuperación se requiere, como mínimo seis meses”.

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