La popularización de las cámaras fotográficas en los teléfonos ha hecho que el concepto de selfie se haga mucho más popular. (Foto: AFP)
La popularización de las cámaras fotográficas en los teléfonos ha hecho que el concepto de selfie se haga mucho más popular. (Foto: AFP)
Diego Suárez Bosleman

El ex presidente estadounidense Barack Obama los hace. La canciller alemana, Angela Merkel, también. Incluso Francisco no pudo evitar ser parte de esta tendencia y se convirtió en el primer Papa en hacerse uno.


Es que hacer un ‘’ se ha vuelto un hábito tan común como el bañarse o comer. La psicoanalista francesa Elsa Godart, en su libro “I Selfie Therefore I Am”, afirma que un millón de estos autorretratos son tomados todos los días. Y cuando tantas personas adoptan el mismo comportamiento, la ciencia no puede evitar tratar de comprenderlo y determinar sus consecuencias. Es por eso que en los últimos años el ‘selfie’ ha sido tema de varias investigaciones.


–CUESTIÓN DE VANIDAD–
El término ‘’ data del 2002, pero no es un hábito reciente. En 1966, ‘Buzz’ Aldrin, el segundo hombre en pisar la Luna, se tomó este tipo de fotografía en el espacio, con la Tierra como fondo. Además, el concepto de autorretrato en la pintura tiene siglos. Pero la llegada de los móviles y las redes sociales masificó el hábito. ¿Cuál es su trasfondo?


De acuerdo con un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Corea en Seúl –publicado en el 2016–, las personas con un mayor grado de narcisismo tienen una actitud más favorable a la publicación de ‘’, mas no muestran interés en los comentarios que reciben o en los autorretratos de otros usuarios. 


Como el narcisismo no explica del todo este hábito –pues no siempre uno aparece solo en las fotos–, un trabajo de la Brigham Young University (EE.UU.) determinó tres tipos de generadores de ‘’. Los primeros son los comunicadores, que se toman fotografías de sí mismos, principalmente para involucrar a sus amigos, familiares o seguidores en una conversación.


Los segundos son llamados autobiográficos. Este grupo usa los ‘’ como una herramienta para registrar los hechos de su vida diaria y eventos claves. No necesariamente están buscando que sus fotos sean comentadas. Finalmente, están los publicistas. Esta categoría es la más pequeña. Ellos aman documentar sus vidas y presentarse junto con sus historias.


–IDENTIDAD–
A pesar de los datos obtenidos, todavía hay muchas variantes que no se han tenido en cuenta al estudiar la motivación que lleva a estas imágenes. Especialistas del Instituto de Tecnología de Georgia (EE.UU.) realizaron el que consideran el análisis más amplio sobre ‘’: estudiaron 2,5 millones de autorretratos de Instagram.


Se determinó que casi el 52% corresponde a la categoría de la apariencia: cuadros de gente que mostraba su maquillaje, ropa, labios, etc. Después de estos, los más comunes son los ‘’ sociales –con los amigos, la pareja y los animales domésticos– (14%). Siguen las imágenes étnicas (13%), viajes (7%) y salud y estado físico (5%).

Los resultados mostraron que el abrumador 52% fue generado principalmente por personas de 18 a 35 años. Los menores de 18 publicaron un 15% de todos los ‘’, mientras que los mayores de 35 solo un 6%.

Para Julia Deeb-Swihart, autora de la investigación, los ‘’ son una representación de la identidad de la persona y por esto son elaborados cuidadosamente. 


“Con los ‘’, decidimos cómo presentarnos a la audiencia y la audiencia decide cómo te percibe”, afirma la especialista.

GRAN RIESGO

Debido a que muchos ‘’ llevan una fuerte carga de narcisismo, una investigación publicada en el “Journal of Telematics and Informatics”, relacionó la frecuente exposición de esas fotos en las redes sociales con una reducción de la autoestima.

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