Todos los animales domesticados han encogido sus cerebros, según explica el canal de YouTube MinuteEarth. (Foto: AFP)
Todos los animales domesticados han encogido sus cerebros, según explica el canal de YouTube MinuteEarth. (Foto: AFP)
Redacción EC

A menudo se piensa que un animal domesticado es más inteligente que uno salvaje. ¿Pero es esto cierto? La ciencia ha demostrado que la domesticación no solo provocó cambios en el físico de los , sino que también encogió sus cerebros de forma sorprendente. La cuestión que surge es ¿por qué? El canal de MinuteEarth te responde.

Todos los animales domesticados han encogido sus cerebros. El de los patos se ha reducido en un 15 por ciento, el de los gatos en un 30 por ciento y de los cerdos hasta en 35 por ciento. Incluso, se han encontrado cerebros hasta un 20 por ciento más pequeños en truchas cultivadas.

Esto resulta extraño porque en general el tamaño del cerebro de un animal es proporcional al de su cuerpo. Mientras una especie es más grande, mayor tamaño tiene su cerebro. Lo mismo pasa con individuos de la misma especie: un chihuahua tiene un cerebro más pequeño que un mastín napolitano. Pero si comparas a un perro del mismo tamaño que un lobo, estos últimos tienen cerebros más grande, siempre.

Entre los animales domesticados, una cantidad desproporcionada del encogimiento ocurre en partes del cerebro que monitorean información del mundo exterior y la comunicación como cuándo el animal debe asustarse -algo como un botón de pánico.

Cuando un 'botón de pánico' es más grande en un animal, posee una mayor sensibilidad de respuesta para huir o defenderse. Esto explica que cuando este 'botón' es más pequeño en un animal, este será más fácil de domar y por lo tanto a los que el hombre preferirá domesticar.

Estos animales domesticados con un 'botón de pánico' pequeño al procrear establecen un código genético que hace que la parte del cerebro encargada sea 'obsoleta' y por lo tanto prescindible haciendo que su cerebro sea más pequeño.

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