Vitaminas
Elmer Huerta

Uno de los mitos más difundidos es que tomar suplementos de vitaminas y minerales es beneficioso para la . En ese sentido, solo en EE.UU. la gente gasta más de 30 mil millones de dólares al año consumiendo más de 90.000 productos diferentes, cifras que nos dan una idea de lo lucrativo que es ese negocio. En ese país, el 52% de personas toma un suplemento diario y el 10% consume por lo menos cuatro.

El asunto es que toda esa industria está basada en la creencia –no científicamente comprobada– de que si una vitamina o mineral es vital para tener una buena salud (cierto), el tomar una mayor cantidad de aquel elemento va a dar mayores beneficios (falso). En otras palabras, no es cierto que porque la vitamina A, B o C sea buena para
el organismo, el consumir una mayor cantidad vaya a ser mejor.

Una reciente revisión del tema –dirigida a los médicos norteamericanos y publicada en la Revista de la Asociación Médica de Norteamérica– pone los puntos sobre las íes sobre el uso de vitaminas
y minerales por el público. Hoy haremos un resumen de aquel informe.

En primer lugar, la revisión afirma que no existen estudios científicos serios (‘randomizados’ a largo plazo) que hayan probado que el uso de suplementos de vitaminas y minerales tenga algún beneficio sobre la salud de una persona libre de una deficiencia comprobada de alguna vitamina o mineral. Es decir, si una persona se alimenta más o menos bien, es muy difícil que sufra de una deficiencia vitamínica o mineral, y por lo tanto es inútil que tome un suplemento. Lo que es peor, existen diversos estudios que han probado que la utilización de vitaminas y minerales –en las altas dosis encontradas en los
suplementos– puede ser perjudicial. Así, se destaca la toxicidad del
selenio, de la vitamina E, del betacaroteno y del ácido fólico, que se ha comprobado que aumentan la mortalidad, causan sangrado cerebral y
cáncer. O sea, el uso de los suplementos de vitaminas y minerales no solo es inefectivo, sino que puede ser peligroso para la salud.

En segundo lugar, los autores de la revisión recuerdan que, debido a que la cantidad saludable de vitaminas y minerales que necesita el organismo es ínfima, las personas deben obtener los requerimientos diarios de esas vitales sustancias de los alimentos (vitamina O, de ‘olla’). Recuerdan también que la cantidad de vitaminas y minerales en los alimentos se encuentra en proporciones y cantidades óptimas para su absorción, la cual es mucho más eficiente que la lograda
de unas pastillas.

En tercer lugar, el artículo especifica algunos grupos de personas en quienes el uso de este tipo de productos sí podría estar recomendado: niños en el primer año de vida, adultos con deficiencias demostradas
y embarazadas.

--- Niños ---

La Academia Norteamericana de Pediatría recomienda que los bebes alimentados exclusivamente con leche materna deben recibir 400 UI (unidad internacional) de vitamina D desde el nacimiento hasta que empiecen a tomar otro tipo de leche. También es recomendable que a partir de los 4 meses los bebes alimentados exclusivamente con leche materna reciban un suplemento de un miligramo por kilo de peso por día de hierro, lo cual debe mantenerse hasta que el niño empiece a consumir alimentos ricos en hierro, como sangrecita, carne e hígado. La fórmula que reciben los niños que no son amamantados generalmente contiene ya vitamina D y hierro. Aquellos mayores de 1 año, y que comen bien, no necesitan suplementos de vitaminas o minerales. Del mismo modo, la reciente tendencia de administrar suplementos de omega 3 a los niños para el autismo o el déficit en la
atención no tiene sustento científico alguno.

--- Embarazo --- 

Las mujeres que planean salir embarazadas y aquellas que se  encuentran en el primer trimestre deben tomar 0,4 a 0,8 miligramos por día de ácido fólico para prevenir defectos del tubo neural (espina bífida) en el recién nacido. Del mismo modo, las embarazadas deben consumir una pastilla de multivitaminas durante todo el tiempo de gestación. Es importante también que tengan una alimentación balanceada pero no abundante, y que su peso sea controlado adecuadamente en los controles prenatales.

–Adultos–

Algunos adultos mayores de 50 años pueda que tengan deficiencia de vitamina B12 y desarrollen anemia perniciosa. Otros, sometidos a cirugía bariátrica (reducción de estómago), o que sufran de enfermedades inflamatorias del intestino o tengan ya osteoporosis, pueden necesitar suplementos de vitaminas y minerales.

Con respecto a la vitamina D, hay toda una controversia y las asociaciones profesionales todavía no se ponen de acuerdo. Mientras que algunos grupos recomiendan 600 UI por día para los menores de 70 años y 1.000 UI para los mayores, otros recomiendan hasta 2.000 UI por día. En este momento, hay varios estudios a largo plazo que darán luz sobre este tema.

Con respecto al calcio, debido a que los suplementos han sido asociados al desarrollo de cálculos en los riñones y enfermedades del corazón, la recomendación actual es no consumir pastillas de calcio
y obtener ese mineral de los alimentos.

--- Corolario ---

Si usted, amable lector, tiene dientes, mastica bien, toma desayuno, almuerza y cena diariamente, no necesita ningún tipo de suplementos de vitaminas y minerales. El dinero que está gastando en esos productos muy bien podría ser invertido en alimentos de colores, como frutas y verduras. No se deje engañar cuando le dicen que un cierto suplemento es una divina maravilla, sin duda que para lo único que son buenos esos productos es para engordar los bolsillos de los comerciantes.

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