Varios investigadores alemanes aseguraron hoy que los satélites colocados en la Antártida no han detectado pruebas del desprendimiento de un bloque de hielo de 14.000 kilómetros cuadrados de la plataforma Wilkins, como aseguró el martes el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC).

Ni en la imágenes del satélite alemán Terrasar, ni en las del europeo Envisat pueden verse ningún desprendimiento en la plataforma Wilkins, en la Antártida, subrayó la experta Angelika Humbert, de la Universidad alemana de Münster.

No puede saberse todavía cuando se romperá, agregó por otra parte. Según sus estimaciones, cuando se produzca la descomposición, el bloque de hielo desprendido podría ser de entre 500 y 3.800 kilómetros cuadrados.

Tampoco el profesor Heinrich Miller, del Instituto Alfred-Wegener de Bremerhaven, en el norte del país, cree que se haya producido el desprendimiento del que alertan los expertos del CSIC.

Según mi valoración de las imágenes de los satélites, desde hace un año, unos 2.500 metros cuadrados se encuentran en proceso de deshielo, dijo.

Tampoco la organización ecologista Greenpeace ha detectado un empeoramiento dramático en la plataforma Wilkins.

Los gigantescos icebergs en los que se ha descompuesto esa área helada comienzan a dispersarse por el Océano Austral, advirtió por el contrario el martes el CSIC español, que también alertó de que el aumento del nivel del mar será una de las consecuencias directas.

Un equipo del CSIC, a bordo del buque Hespérides, se encuentra desde el domingo en la zona, analizando el impacto sobre el ecosistema del mar de Belinghausen, al oeste de la península antártica. El equipo a bordo del buque de investigación oceanográfica es el primero que llega al lugar del desprendimiento.

Según los científicos, las temperaturas del agua son extraordinariamente cálidas en la zona.

La plataforma Wilkins es una gran superficie de hielo sobre el mar al suroeste de la península antártica, a unos 1.600 kilómetros del subcontinente sudamericano. En los últimos 50 años, la península antártica ha experimentado el mayor aumento de temperatura registrado en el planeta: 0,5 grados centígrados por década.

El Año Polar Internacional que ahora se cierra (de marzo de 2007 a marzo de 2009), ha visto, lamentablemente, la mayor pérdida de hielo documentada hasta el momento, tanto en el Ártico, donde se perdió una importantísima cantidad de hielo en 2007, como en la Antártida, donde estamos asistiendo a una pérdida dramática de hielo, aseguró desde el Hespérides el investigador del CSIC Carlos Duarte.

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