Congreso de Móviles de Shangai se vuelca con la tecnología 5G

Asia se ha convertido en la punta de lanza mundial de las innovaciones en el mercado de las telecomunicaciones y así lo ha reconocido la GSMA, la principal asociación internacional del sector, que celebra la primera edición del Congreso Mundial de Telefonía Móvil (MWC) de Shanghái.

De esta manera, GSMA -que también es responsable del MWC de Barcelona- se vuelca con Asia y su potencia, tanto económica como en número de clientes móviles, y eleva de categoría una antigua exposición regional, reconvertida ahora en un congreso de ámbito mundial.

China, Japón y Corea del Sur son los mercados más importantes en esta región y configuran entre ellos un eje que constituye un polo mundial en materia de innovación e implantación de nuevos sistemas de telecomunicaciones.

"Asia es un mercado enorme, con Japón y Corea que han sido tradicionalmente líderes en el despliegue de redes de telecomunicaciones, y con China, el mayor mercado mundial de teléfonos móviles, que está evolucionando muy deprisa", explicó a Efe hoy Michael O'Hara, director de mercadotecnia del GSMA.

El objetivo es, sobre todo, acercar al sector mundial a esta región, para que conozca de primera mano todo lo que está aportando a las telecomunicaciones y facilitar que los avances en el este de Asia se extiendan más allá.

Aunque ambos eventos abarcan toda la cadena de valor de las telecomunicaciones, desde las redes físicas de antenas y centros de datos al "software", la computación en nube, la conectibilidad móvil a internet y los dispositivos y teléfonos móviles inteligentes, el evento de Shanghái, del 15 al 17 de julio, es bastante más técnico.

Al contrario que en Barcelona, no hay grandes presentaciones de nuevos modelos de productos de consumo (aunque algunas novedades sí se presentan en la feria, como la nueva pulsera inteligente Honor Zero de Huawei, que saldrá al mercado chino en agosto, y luego mundialmente con el nombre de Huawei Band).

No acuden gigantes de la telefonía como Apple o Samsung, ni hay grandes presentaciones de nuevos modelos para el consumidor final, pero sí lanzamientos de nuevas soluciones para equipos de telecomunicaciones en campos como el software para aumentar la eficiencia de la señal, la computación en nube o el "Big Data".

"Probablemente no es la feria adecuada para hacer un gran lanzamiento de un producto de consumo, sino más bien para venir a comprender las nuevas tendencias y los avances tecnológicos (que encabeza Asia), y conocer de primera mano cómo es la situación del sector en esta región", reconoció O'Hara.

Entre las tendencias de las que se más se habla en la feria están la transición tecnológica hacia los estándares de telefonía móvil de quinta generación (), que supondrán una revolución (dispararán el llamado "internet de las cosas"), y que se comercializarán desde 2020 en Japón y Corea, con los JJO0 de Tokio.

"En estos cinco años habrá una gran transformación del sector, y estamos tratando de coincidir (todos los actores) en una visión común para el futuro, y parece que hay consenso de hacia dónde avanzar, es un momento emocionante", dijo a Efe Joe Kelly, director de asuntos mediáticos internacionales del grupo chino Huawei.

También se presentan avances e ideas en torno a ese "internet de las cosas" (la interactuación de multitud de aparatos y objetos de nuestra vida diaria, con sus usuarios y de manera automática entre sí, a través del internet móvil), y a los dispositivos móviles en la ropa, el comercio electrónico o el crecimiento del sector en Asia.

De hecho, con 35.000 visitantes esperados (por encima de los 26.000 que atrajo la edición anterior de la feria de Shanghái en 2014) y 350 empresas presentes en el evento, probablemente este es sólo el principio de otra gran cita mundial, que irá creciendo en influencia a medida que sea más conocida en Europa y América.

Al menos, así lo aseguró a Efe el holandés Steven van Zanen, directivo de la empresa de software de telecomunicaciones BroadForward, que lleva dos décadas acudiendo al MWC de Barcelona y no quería perderse el de Shanghái, ya que en él ve el futuro.

"Asia supone ya el 60 por ciento de los ingresos totales del sector, la innovación mundial también pasa por aquí: tal vez China supone el 30 por ciento del total global", recordó. 

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