La familia de Julio Hancco Mamani vive en Pampa Corral desde hace varias generaciones. Gracias al micro clima de la tierra, han sido capaces de cultivar grandes cantidades de papa. (Foto: YouTube)
La familia de Julio Hancco Mamani vive en Pampa Corral desde hace varias generaciones. Gracias al micro clima de la tierra, han sido capaces de cultivar grandes cantidades de papa. (Foto: YouTube)
Redacción EC

En las profundidades de la Cordillera de los Andes, un rey trabaja a diario para cuidar su tesoro: la papa nativa. Julio Hancco Mamani es considerado el verdadero 'Rey de la papa' por su amor al cultivar y cuidar más de 400 variedades de papa nativa, cuenta la serie de Great Big Story.

"Te diré los nombres de estas patatas: esta es 'Puka K'usi' [calabaza roja], 'K'achum waqachi' [la que hace a la hija-en-ley-llorar], 'Kusi K 'achum waqachi' [hace llorar a los felices], 'Puma maki' [la pata de puma]. Hay tantas variedades, tantos nombres!", dice Julio mezclando quechua con castellano. "Cuido y respeto estas patatas, incluso más que mis propios niños".

Las papas se originaron en todo el hemisferio sur, en la frontera de Perú, hace cerca de ocho mil años. Donde prosperó el primer cultivo de este tubérculo, vive Julio, en la comunidad rural de Pampa Corral (Cusco), ubicada a casi 5 mil metros sobre el nivel del mar. Es un lugar remoto donde la ciudad más cercana, Lares, está a tres horas y media caminando.

La familia de Julio vive en Pampa Corral desde hace varias generaciones. Gracias al micro clima de la tierra, él es aún capaz de hacer lo mismo que sus antepasados: cultivar en grandes cantidades sus especies únicas de papas nativas. Su producción es próspera gracias a que siempre está experimentando con nuevas técnicas de cultivo y al apoyo que recibe de otros productores de papa nativa para crear sus nuevas cepas.

"He heredado 100 variedades [de papas] de mi padre. Estoy criando muchas variedades. Cambié semillas con otros productores, y así creció mi colección", cuenta Julios. "Como papas a diario. Las como en la mañana, al mediodía y en la tarde. Todos los días, en mi sopa, en mi estofado. Me gusta porque es nutritiva".

Julio no compra nada. Todo lo que come es producto de su trabajo en la tierra, de las que depende para sobrevivir. Para este cusqueño, las papas no son solo parte de un elemento básico en su dieta, sino que, como muchos, considera que es la columna vertebral de la cocina peruana, razón por la que desea impulsar los límites del cultivo de papa y continuar el legado de su familia.

"Aquí en Perú, me encargo de estas papas", dice Julio. "Hago que la gente las respete para que no desaparezcan".

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