Los spoilers se han convertido en un dolor de cabeza para los creadores y los fans de "Game of Thrones". (Ilustración: Lourdes Loli Camán)
Los spoilers se han convertido en un dolor de cabeza para los creadores y los fans de "Game of Thrones". (Ilustración: Lourdes Loli Camán)

Si la vida fuese una obra narrativa –una novela, una serie, una película–, su gran spoiler sería saber qué hay después de la muerte. ¿Realmente queremos enterarnos del final?

El spoiler es aquel elemento que se nos revela de la trama, normalmente ligado a su final, y que nos arruina la sorpresa, la expectativa. Pasa en muchas historias, pero por estos días afecta con especial saña a “Game of Thrones”, la exitosa serie cuya penúltima temporada se ha visto afectada por la filtración de sus episodios.

Y en épocas de Internet, en que la información corre como agua derramada, es difícil escapar de los spoilers. Entras a Facebook y una sola frase de dos palabras del tipo “Juan muere” puede arruinarte todo un argumento. O una foto del beso entre dos amantes inesperados. O un pequeño clip con el clímax de la historia. En el mundo virtual, todo es un peligro.

CÓMO ESCAPAR DEL SPOILER
Evitar que nos arruinen la fiesta es deporte de aventura diario en el mundo de las redes sociales. Miguel Torres, presidente de la comunidad peruana Juego de Tronos Club, lleva años siendo una porfiada víctima de los spoilers. Él es uno de los encargados de moderar uno de los foros más activos de “Game of Thrones” en la región y, como es de esperarse, el chat virtual está plagado de infidentes. “Solo en los últimos tres días hemos bloqueado o eliminado a cerca de 500 personas por publicar spoilers”, cuenta él. Y han perdido otro importante número de miembros que deciden abandonar el foro para no ser spoileados.

Según él, el perfil del usuario spoiler es, sobre todo, ‘millennial’. Jóvenes impacientes, que no se resisten a guardar información o que simplemente buscan llamar la atención y se amparan en el anonimato y la inmunidad digital. “Hay cierto nivel de patología en eso ya”, dice él.

Su tesis es que, conocido ya el final, es más fácil seguir una historia, procesar la información y concentrarse en aspectos más profundos. Y hay casos emblemáticos que les darían la razón. ¿Por qué historias clásicas como “Romeo y Julieta” o “La cenicienta” siguen cautivándonos hasta hoy si todos conocemos su final? Dicen que las buenas historias son aquellas que trascienden cualquier misterio o sorpresa.

Torres, del club de fans de “Game of Thrones”, admite algo: debido a que necesita estar informado sobre los detalles de la serie, él ya ha leído las tramas que se han filtrado y conoce lo que ocurrirá en los próximos episodios. “Pero una cosa es leer la trama y otra muy diferente es ver los episodios. La visualización de la serie es una experiencia distinta. Yo ya sé lo que va a pasar, pero me guardo la experiencia y el disfrute audiovisual”, aclara.

Esa idea parece ratificarse con las cifras de sintonía de la serie en Estados Unidos, pues, pese a los episodios filtrados, sus niveles de sintonía se han mantenido altísimos, incluso superando a temporadas anteriores. Aun así, los spoilers siguen siendo una pesadilla para muchos.

En el fondo, si nos mandamos con una lectura psicológica apresurada, la explicación sería que nos aterra darnos de cara contra la realidad al final del túnel. El ser humano es curioso por naturaleza, pero las incógnitas también son piezas elementales de su existencia.

En el caso de las series, la solución parece un poco más fácil: desconectarse un tiempo de Internet y esquivar a los aguafiestas. De vez en cuando estaría bueno dejar la pantalla, mirar el cielo y pensar en los misterios de la vida.

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