ANA VALENZUELA

Desde cazadores de talentos hasta los que explotaron al máximo la vida personal de sus concursantes. Hubo de todo entre los programas que nos deja el 2013, pero la gran mayoría de estos bajo la misma envoltura: el reality show. Así, a los programas ya conocidos como “El gran show”, “Esto es guerra”, Combate y Yo soy” se sumaron Pequeños gigantes, “Tu cara me suena” y “La voz Perú:https://elcomercio.pe/tag/468322/la-voz-peru. Este último espacio se convirtió, en poco tiempo, en uno de los más celebrados por el público.

El año que termina fue también el último para el reality de baile con el que Gisela Valcárcel volvió a la televisión hace seis años. En el 2014, la rubia animadora buscará reinventarse con un nuevo formato. Se especula que sería El gran chapuzón de Televisa.

Tal fue el interés que despertó el ‘reality que distintos programas no dudaron en cambiar su estructura para parecerse, aunque sea un poco, al exitoso formato.

Un claro ejemplo de esta mutación fue el espacio familiar Dos sapos, una reina, que en junio pasado se transformó en el programa “Al aire”. También Hola a todos dejó atrás la estructura de magacín y presentó a los conductores Christian Domínguez y Karla Tarazona como protagonistas de su propio reality al exponer su romance frente a cámaras.

Pero no todos los reality shows cautivaron a la audiencia. A principios de año, Rojo fama contra fama alcanzó una discreta sintonía. Lo mismo sucedió con los programas “El coro de la cárcel”, Dilo cantando y Psíquicos.

Pese a la ola de críticas que generó el asesinato de la concursante Ruth Thalía Sayas en el 2012, El valor de la verdad regresó la TV. Para sorpresa de muchos, el público le dio su respaldo y lo convirtió en el programa más visto de los sábados por la noche.

¿CUÁL ES EL LÍMITE? Se veía venir. Ya en el 2012, la vida amorosa de los concursantes de “Esto es guerra” y Combate fue el ingrediente principal de estos programas. Al ver que esta estrategia les sumó más puntos de ráting, en el 2013 se explotó al máximo, como por ejemplo, el anuncio y seguimiento de los embarazos de Sully Sáenz y Natalie Vértiz. La competencia no se quedó atrás. La participante Sheyla Rojas no solo mostró la evolución de su embarazo, sino que también trajo al mundo a su hijo Antonio en vivo. Ambos espacios no han estado exentos de críticas; sin embargo, se mantienen como los ‘reality’ juveniles más vistos de la televisión.