SONIA DEL ÁGUILA (@soniahafid) Redacción online

Centro de Lima, 4:00 p.m.. Sandra Arana camina por la calle, oronda, segura. La gente al verla pasar, la piropea, la recuerda. Terremoto, Chica Terremoto, le dicen. Pese a que han transcurrido más de doce años desde que la curvilínea actriz interpretó por primera vez a Gianina, una de las populares Hermanas Terremoto de la recordada serie 1000 oficios, la gente la sigue recordando por ese personaje. Eso significa que hice bien las cosas, que el productor, los guionistas y yo hicimos bien nuestro trabajo, comenta, para luego anunciar que el próximo año volverá a la pantalla chica a través de la serie Hotel Otelo, bajo la producción de Efraín Aguilar. Será un reto volver a trabajar con él, asegura.

¿Extrañabas la televisión? De alma. Cuando me fui de Combate me seguían ofreciendo cosas, pero no podía aceptar porque viajaba mucho, hacía viajes largos, iba y venía de Estados Unidos, también estuve en Hong Kong viendo ropa para mi tienda. En mayo, después de inaugurar mi negocio, dije: ahora sí aceptaré cualquier propuesta, pero ya nadie me llamaba, jajaja. Cuando alguna vez has estado en TV es bien difícil que te desvincules de ella.

¿Qué personaje tendrás en Hotel Otelo? Seré la antagonista, la esposa del personaje de Lucho Cáceres. En realidad no puedo adelantar mucho, solo te puedo decir que estoy contenta con el papel que me han dado. Siempre es un gusto trabajar con Efraín Aguilar. Gracias a él ingrese a la televisión, a través de “1000 Oficios”, interpretando a Gianina, una de las chicas Terremoto.

La gente te sigue identificando con ese personaje ¿Eso te molesta? Para nada. Eso demuestra que hice bien las cosas. Me alegra, me da gusto, además es un personaje al que le tengo gran cariño, hicimos una gran dupla con Vanessa Jerí.

¿Mantienes contacto con ella? Siempre estamos conectadas, pero nos vemos poco porque no tenemos el mismo grupo de amigos.

¿Qué tal la experiencia en Combate como reportera? Muy bien, me encantó. Tuve la oportunidad de hacer de reportera y conductora, a la vez. Los chicos son súper divertidos, sanos, compiten, se entregan, se equivocan…, son un ejemplo.

Radicaste seis años en Estados Unidos, ¿qué te animó a volver? Mi hijo, mi familia. Cuando me fui me llevé a mi hijo, pero él no se acostumbró allá y decidió regresar. Yo tuve que quedarme porque me había ganado una beca para estudiar gratis la especialidad de cosmetología, pero apenas terminé volví al Perú. Extrañaba estar aquí, nací en Estados Unidos, pero me siento bien peruana.

¿Tus padres son americanos? No, ellos son peruanos, mi papá era doctor, era pediatra y se fue a trabajar allá, por eso mis hermanas y yo nacimos allá, aunque me siento más peruana que otra cosa. Justamente por eso decidí abrir mi boutique aquí.

¿Has incursionado en los negocios? Siempre he vendido ropa, pero a mis amigos y conocidos, ahora es diferente porque ya tengo una tienda. Está dirigida solo para mujeres, se llama Glam the Fukc. Tengo muchos planes con ese negocio, quiero, más adelante, abrir sucursales.

¿Sigues con el empresario argentino? En una época hablé tanto de mi vida privada, que ahora prefiero no decir nada. Estoy retomando una relación, estoy bien, tranquila, tengo el corazón contento, tengo trabajo, mi hijo está con salud. Este ha sido un buen año para mí, aunque estoy convencida que el próximo será mucho mejor. El otro día fui donde un brujo y me dijo que voy a recibir un triunfo. Estoy segura que así será, haré todo lo posible para que así sea.