Destemplado, vago empedernido y deudor. Cascarrabias, socarrn, fino y fresco recursero. Solidario corazn de acero a prueba de cachetazos, al rigor del tiempo. Hoy, el hombre que sabiamente mut en boxeador profesional o torero, quien fuera coach de ftbol americano, consejero sentimental, fgaro y zapatero, habra cumplido 90 aos. Porque Don Ramn era Ramn Valds Castillo, el actor que sin guion fue ese entraable personaje de la vecindad de El Chavo. El ms querido.

El autor de frases perpetuas, que solo prolongaba su despreocupado modo de vida al patio a cuadros improvisado en el foro 8 de Televisa. Don Ramn, el flaco con antebrazo tatuado del apartamento 72, precursor de indumentarias punkrockeras camiseta desteida, zapatillas de tela, blue jeans gastados- e hincha acrrimo de los rayos del Necaxa, fue ms que una obra selecta de su intrprete. Era l mismo.

El 9 de agosto de 1988, producto de un cncer que empez en su estmago y le carcomi la mdula, Valds se hizo eterno. Aunque para entonces ya fuera inmortal. Antes de que Roberto Gmez Bolaos Chespirito lo llamara para ser parte de Los Supergenios de la Mesa Cuadrada, en 1968, haba grabado ms de 60 pelculas al lado de su hermano, el clebre Tin Tan, Pedro Infante, Cantinflas, y otros gigantes de la poca de Oro del Cine Mexicano. Nunca actu plenamente. Apenas segua el libreto para situarse en escena e interiorizaba todo protagnico a su persona. Nunca lo contrario.

Siempre que Chespirito ha sido inquirido sobre Don Ramn, sus respuestas anclaron en dos citas pontificadas: Fue el hombre que ms me hizo rer en la vida y No poda decirle ms que en la vecindad siga siendo l. De ah que ni una de las muletillas enraizadas en el imaginario de quienes con devocin lo siguieron, haya estado inscrita en un papel. No hay trabajo malo lo malo es tener que trabajar, Cmo se te ocurre despertarme a las 10 de la madrugada? o Qu pas, qu pas, vamos ah, deca. Resisti estoico golpes o lanzamientos de todo calibre y aunque por aos se mantuvo al escape de su arrendador, tuvo 14 meses de renta congelados en a perpetuidad que tampoco lleg a pagar. As lo queramos. As de cazurro y vivaracho lo recuerdan sus hermanos y 10 hijos. Sus mujeres.

Y ello le vali el aprecio de millones de admiradores y amigos que lo estimaban por su inmenso sentido humanitario. En el archivo de sus leyendas estn las cuatro horas de viaje entre Mxico y Colombia que comparti en ameno dilogo con casi 180 compaeros de vuelo, por ejemplo. Tambin, que fue el nico trabajador de la televisora mexicana con permiso del broadcaster Emilio Tigre Azcrraga para fumar bajos las instalaciones de filmacin, y aquella que lo ubica tomando la iniciativa de saludar con naturalidad de un viejo conocido a quien lo reconociera por cualquier calle del orbe.

Durante una operacin a mediados de los 70 se le detect la gravedad del cncer que padeca. No le dijeron que poda morir, sin embargo. Tal vez todava no era predecible aquello y jams se especul con el tema. Pasaron los meses y como no volvi a quejarse, pues a todos se nos olvid, declar hace varios aos Mara Antonieta de las Nieves La Chilindrina, su hija en la ficcin. El mal avanz por dentro. As cerr y abri etapas.

Cansado del rol impositivo que Florinda Meza comenz a tomar en la direccin del programa, dej la vecindad en 1979 y decidi ir con Carlos Villagrn Kiko a Venezuela. Ah rod la vapuleada serie Federrico y al cuarto ruego de Chespirito, acept reincorporarse al Chavo del Ocho. Un nuevo proyecto Ah que Kiko- volvi a vincularlo con su gran amigo, Villagrn, esta vez en Mxico. Era 1987.

Al Per lleg devastado por la enfermedad un mes y medio antes de su muerte. Cuando desembarcaba en Lima, tropez en una escalera y se fractur el coxis. Los calmantes le dieron treguas infrecuentes y as todava pudo ponerse al frente de su circo instalado sobre un descampado de la avenida Los Prceres, en San Juan de Lurigancho. Grab muy a su estilo el spot publicitario para una conocida marca de turrones y, en medio de su dolorosa corta estancia en la capital, tambin anim el cumpleaos de un nio en San Isidro. Los que aseguran haberlo tenida cerca corroboran que, en efecto, se trataba del mismo grun de bigote crecido y disparejo de la tele. De ese cclope con inacabable ocurrencia para torcer de risa a cualquiera.

Dos semanas atrs, mientras Carlos Villagrn Kiko se despeda del cachetudo personaje vestido de marinerito, en su penltima funcin circense que present a Lima, vir las carcajadas de los 500 espectadores que estuvimos a un solo de aplausos y vivas enrgicas. Prendido de su gran pelota de colores, correteaba alrededor del engominado animador, y en sobresaltos confundi al pedestal de un micrfono con Don Ramn, su vecino, su verdugo su amigo. Don Ramn, t no eres don Ramn?, pregunt dos veces al atril. De repente, seal al cielo y dispar un beso al viento. Para ti flaco, all arriba, le dijo. Todos de pie. La ovacin dur y fue triste.

Dicen que as lo lloraron la tarde de su sepelio. Los que llegaron a despedirlo como Angelines Fernndez La Bruja del 71 y a quienes la noticia peg de gira en Centroamrica como Edgar Vivar Seor Barriga o el mismo Gmez Bolaos.

Tena 64 aos cuando falleci. Quienes lo recuerdan, lo hacen sonriendo o para sonrer. Los padres que antes fuimos hijos y los que ahora son abuelos. Los nios que siguen siendo nios y tal vez futuros padres de ms fieles al sempiterno deudor, quien vendi churros, se hizo profesor, improvis de maestro de guitarra y fue amor platnico de su alborotada vecina. El astro mximo el gran Ramn Valds.

Parte de este texto fue extrado de una nota publicada en el ao 2011 por los 23 aos de muerte de Ramn Valds

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