“El valor de la verdad” lideró el ráting del fin de semana con un promedio de 34,9 puntos. Siendo su fuerte el sector socioeconómico AB, que promedió 47 puntos de sintonía, llegando incluso a picos superiores a los 50 puntos.

El fenómeno de audiencia de El valor de la verdad en las llamadas clases altas del Perú es una constante en el mencionado programa. En emisiones pasadas, como la que protagonizó Susy Díaz, el espacio llegó a los 25,6 puntos de promedio, siendo el AB su principal audiencia con picos de 40 puntos. ¿A qué se puede atribuir esto?

De acuerdo a Fernando Vivas, crítico de televisión de El Comercio, este posicionamiento de audiencia tiene que ver, en buena parte, con el canal en el que se emite: Frecuencia Latina.

El Canal 2 es un canal muy posicionado en los estratos económicos altos. Desde sus noticieros hasta programas como La voz, Tu cara me suena y El valor de la verdad tienen adeptos en el AB. Y así como Frecuencia Latina engancha con el AB, América Televisión se presenta como un canal más plural, que suele captar por igual, y ATV como el canal que está en el medio, explicó Vivas.

LA DOBLE MORAL El crítico también destacó la doble moral que demuestran los resultados de audiencia de programas como El valor de la verdad, que suelen ser criticados en público pero vistos en la intimidad del hogar.

Doble moral hay en todos los estratos y sobre todo en los más pudientes. Hay un rechazo a la llamada televisión basura, que es un término que no comparto, pero sin embargo se aceptan a estos personajes que pueden ser no muy importantes ni meritorios pero que representa temas, como el triángulo amoroso o la infidelidad, que atraviesan a todos los estratos sociales. Todos hemos pasado por historias parecidas. No en Génova o en Florencia, pero sí en Ventanilla, en Punta Hermosa, en Agua Dulce o en el hostal más cercano del barrio, dijo Vivas.

TODOS SOMOS IGUALES AL VER TELEVISIÓN El crítico también destacó el poder democratizador y pluralista de la televisión: La televisión tiene un gran papel integrador y eso se demuestra en la gran acogida que tienen estos programas. Algo positivo de esta televisión es reconcilian a un país de grandes brechas sociales. Hacen que los ricos se interesen en dramas no necesariamente protagonizados por ricos, aunque en este caso sí son ricos: Tilsa Lozano y Juan Manuel Vargas son muy AB. No perdamos de vista eso. Pero también el AB se puede interesar en temas que apasionan al CD o incluso que son protagonizados por el CD. Laura Bozzo tuvo un ráting muy plural, por ejemplo, especificó Vivas.

Finalmente, el analista destacó lo criticable que le resulta la actitud de Tilsa Lozano al acudir a un programa de televisión para hablar sobre un hecho íntimo.

Yo tengo un rechazo de principio a la actitud de Tilsa Lozano. Me parece que Tilsa está rompiendo una norma básica como la de la privacidad sin justificación alguna. La única justificación que podría existir es que ella denuncie un delito. Por ejemplo, que Juan Manuel Vargas la haya maltratado. Pero, hasta donde veo, ese no es el caso. Todo lo contrario: según su relato, fueron unos amantes alegres, amables y cariñosos. ¿Qué tiene que denunciar? No hay justificación en su denuncia. Eso es lo que yo crítico e invito a que todos critiquen. Si rompemos la norma de la privacidad, estaríamos en una sociedad donde nuestros secretos pueden ser revelados incluso por nuestros seres queridos. Hay que hacerle saber a Tilsa Lozano que ella es pasible de un juicio por difamación, finalizó Vivas.