Dunas e interminables playas que cohabitan en perfecta comunión conforman el escenario que recibe a quienes se animan a llegar hasta Jericoacoara, un municipio brasileño ubicado a 300 kilómetros de la ciudad de Fortaleza (estado de Ceará, Brasil) que hasta la segunda mitad de la década del 80 era una apacible aldea de pescadores, y que hoy se ha convertido en un atractivo destino para quienes buscan descanso y tranquilidad en medio de espectaculares paisajes.

Gracias a sus particulares vientos, Jericoacoara, situado dentro del parque nacional del mismo nombre, es un lugar ideal para hacer windsurf y kitesurf. Es por eso que en este destino es usual encontrar en la playa negocios que se dedican a dictar clases o a alquilar equipos para quienes se animen a practicar estos deportes.

Playa Preá, ubicada a pocos kilómetros de Jericoacoara, es considerada la playa oficial del kitesurf gracias a sus vientos de entre 30 y 40 nudos durante casi todo el año y a su geografía de varios kilómetros de playa sin accidentes geográficos. La mejor época para practicar esta disciplina es entre julio y diciembre.

Otro lugar muy valorado por los kitesurfers es Lago da Torta, un lago de agua dulce de 15 kilómetros de longitud y 4 metros de profundidad situado al costado de la aldea de Tatajuba.

Finalmente, los turistas no deberían dejar de visitar la Laguna de Jijoca, que se caracteriza por sus aguas tibias y claras ideales para quienes desean nadar. Formada por los riachuelos Paraguai y Mourão, Jijoca está dividida por el lago Azul y el lago Paraíso. En lago Azul haybuenos bares y restaurantes, mientras que lago Paraíso cuenta con una buena infraestructura hotelera.

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