(Foto: El Comercio)
(Foto: El Comercio)

Por: Jannina Bejarano

Un sueño complicado para muchos y hasta imposible para otros. A los dieciséis años, encarnaba a Mariana Roca Palacios en la teleserie peruana que lideraba el rating en 2001, “Mil oficios”. De pronto, la adolescente comeña se vio envuelta en aquel mundo que tanto había soñado y que, además, le permitía percibir un sueldo nada despreciable. El público comenzaba a mirar y reconocer su enorme talento, pero también se enfrentaba a aquellas miradas que juzgaban aquel físico que ¨debía tener para estar en televisión¨. Fue cuando debido a los consejos de la gente del medio artístico, sobre mantenerse delgada, comenzaron a atormentar su cabeza, ocasionando que la joven actriz tomara decisiones equivocadas.” ¡Oye, no puedes subir de peso!, me decían y no tenían idea del rebote que eso conseguía en mi cabeza. Me hizo tomar decisiones equivocadas. El molestarme conmigo, el que mi cuerpo me dé culpa, lo quería ocultar, no quería salir a la calle, Me molestaba ser grande, tener caderas, piernas, renegaba mucho”, confiesa la actriz.

Su madre se encontraba trabajando en Estados Unidos, por lo que también los sabios consejos de esa mujer que la había cuidado siempre, se encontraban muy lejos. “Hacía dietas extremas, me comía una galleta de salvado, con un vaso de yogur en todo el día. Hacía la dieta de la piña y terminaba con llagas en la boca, con las manos amarillas, una gastritis crónica que me dijeron podía terminar en úlcera y después cáncer al estómago. Atenté contra mi cuerpo mucho por el terror a perder mi trabajo y el querer encajar”, recuerda Magdyel.

Magdyel Ugaz

AFHS y el momento en que toma conciencia de los varios kilos de más.
Indudablemente Magdyel conoció la fama cuando le prestó su piel a ´La Teresita´ en la serie que se mantuvo en televisión abierta durante ocho años, consiguiendo picos de hasta de 52 puntos de rating, ´Al fondo hay sitio´. “Nosotros no creíamos cuánto nos quería la gente. Querían tomarse una foto contigo y hacían colas de colas y esperaban afuera de los hoteles. Yo decía ´¿en qué momento pasó esto?´ ¡Qué maravilla, qué bendición!”.

´La Tere´ era la vecina más colorina y sabrosona del imaginario barrio de ´Las Lomas´. Teresita Collazos quería ser modelo por lo que su boca en trompa y el exagerado meneo de sus caderas, se convirtieron en su sello. Para este papel, el sobrepeso también era una característica incluida, por lo que la preocupación de años atrás, de estar flaca, desapareció al punto de no darse cuenta. “Un día las chicas de vestuario me dicen que le habían aumentado dos tallas a mis leggins. No paraba de subir de peso, y como estaba tan distraída no me daba cuenta. Empecé con un peso que ya era un sobrepeso y ya estoy en una obesidad gigante´”.

Magdyel llegó a pesar hasta 115 kilos y admite que el límite se le había ido de las manos. “Una cosa es poder decirles a las personas ´ámense como son, queramos nuestro cuerpo, nuestras formas´ y otra muy diferente es promover la obesidad y fue cuando tomé cartas en el asunto”, afirma Magdyel, explicando cómo hizo para recuperar su figura.

Magdyel Ugaz

Colorina y los fantasmas del pasado
A fines del 2016, Michelle Alexander, anunciaba a Milett Figueroa como protagonista de ´Colorina´, la novela que llevó a la fama a Lucía Méndez en los 80’s. Sin embargo, considerando que se trataba de un personaje muy fuerte y que necesitaba de una actriz profesional (Milett aún se encontraba estudiando actuación) la productora decide convocar a Magdyel para dicho personaje.

Tal cambio originó una avalancha de comentarios negativos que juzgaban a Magdyel antes de que la telenovela saliera al aire. Dicha situación ocasionó que la actriz dudara de su capacidad. “Cuando la gente me empezó a decir que no era para el personaje, que era fea, que no era sensual, regresaron los fantasmas de pasado. Una está cubierta del personaje, pero te tocan fibras, y me miraba en el espejo y decía realmente no voy a tener la capacidad de abarcar el personaje”.

Pero una vez más, las ganas de demostrarse a sí misma que sí era capaz de enfrentar los retos difíciles e importantes, aparecieron. “Salió esa fuerza de mujer comeña y me dije a mi misma: ´Si Michelle Alexander que es una genia de la televisión peruana, ha confiado en mí, no es gratuito así que ¡saca la fuerza de donde sea y vamos! Esto no es una pelea, pero es un demostrarte a ti que sí puedes´. Y así lo hizo sometiéndose a una ardua preparación que implicó un viaje a Cuba para estudiar actuación, clases de baile y canto para perfeccionar sus aptitudes, y un estricto entrenamiento físico para bajar algunos kilos.

Magdyel Ugaz pudo conseguir y en poco tiempo, algo que es muy difícil para los actores que encarnan durante mucho tiempo un rol significativo, que la gente la recuerde también por el nuevo personaje. “Con Colorina pude despedir bien a la Teresita y que la gente pueda ver que podía abarcar otras pieles”, afirma muy orgullosa la talentosa actriz.

Mira el programa completo de #DILO con Jannina Bejarano para El Comercio:

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