Sentirte deprimida o alegre no depende solo de tu voluntad ni de los hechos que ocurren a tu alrededor sino, con bastante frecuencia, de tus hormonas. Una explosión en la producción de endorfinas, dopaminas y ocitocinas nos hace sentir felices. Podemos provocar ese estado (o al menos una hermosa sensación de tranquilidad) practicando meditación, ejercicio o, incluso modificando los alimentos de nuestra dieta. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo.
Fuente: Siéntente muy bien, publicación especial de viù! Con información de Maritza Noriega, Luciana Stiglich, directora de Inner Healers y Dr. Nilton Custodio, jefe de neurología de la Clínica Internacional.