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Momentos, instantes, situaciones, espacios, personas, una visión de lo que ha sido Lima en quince postales del Archivo Histórico de El Comercio es lo que nos aventuramos a seleccionar. Una ciudad contradictoria, discriminadora, polémica, es cierto, pero también solidaria, alegre, resiliente, aunque siempre trágica y sentimental como un vals criollo. Esta ha sido Lima entre las décadas de 1960, 1970 y 1980.
EL LIBERTADOR SAN MARTÍN EN LA MEMORIA DE LIMA
Lima, 17 de agosto de 1960. En la plaza San Martín de Lima, del Centro de Lima, se conmemoró el 110 aniversario de la muerte del Libertador José de San Martín. En homenaje a su memoria, el Instituto Sanmartiniano organizó un gran evento con autoridades argentinas y peruanas, entre intelectuales, científicos y también militares, funcionarios diplomáticos y políticos. Destacaron los cadetes de la Escuela Militar de Chorrillos, de las de Aeronáutica, Naval y de Policía, así como pelotones de tropa. Lima acompañó la ceremonia con respeto absoluto.
LA DERROTA DE LOS BALCONES LIMEÑOS
Lima, 29 de julio de 1961. En una campaña progresiva y sin miramientos, las autoridades desarrollaron un verdadero desmantelamiento de los admirables balcones limeños, muchos de ellos de origen colonial y otros republicanos. Era tan rápida la intervención que en unas cuantas horas los obreros ediles cumplían su tarea. En la imagen, se aprecia el desmantelado total del pintoresco balcón colonial que circundaba la “esquina de Plateros de San Pedro y Bodegones”, lo que es hoy el cruce de los jirones Ucayali y Carabaya, en el Centro de Lima.
UN SOLDADO DESCONOCIDO QUE LIMA NO OLVIDA
Chorrillos, 13 de enero de 1963. El “Monumento al Soldado Desconocido”, en el Morro Solar chorrillano ha sido un lugar de peregrinaje para las Fuerzas Armadas del Perú desde que fue inaugurado el 27 de julio de 1922. Eran romerías castrenses que recordaban el sacrificio de los soldados -civiles y militares- que defendieron esta capital en las batallas de San Juan, Chorrillos y Miraflores, entre el 13 y 15 de enero de 1881, durante la Guerra del Pacífico (1879-1883). En la imagen, miembros del Ejército Peruano marchan y custodian el monumento en honor a los caídos en esa defensa de Lima ante el invasor del sur.
FAMILIA EN BICI EN PLENA AVENIDA GRAU
Lima, 2 de abril de 1963. Lo que se ve es parte de la antigua avenida Grau, cuyo tramo que partía de la Plaza Grau hasta la avenida Abancay, en el Centro de Lima, fue concebida como una alameda. La ampliación de la avenida durante los años 50 y 60 implicó derribar las viejas murallas que aun perduraban y que habían rodeado la ciudad de Lima en los tiempos republicanos (s. XIX). La foto revela, en medio de autos y camiones, a un hombre que en bicicleta transporta a sus tres hijas con toda tranquilidad.
LAS SILENCIOSAS MURALLAS DE LA CAPITAL
Lima, 1 de abril de 1964. La muralla fue la que defendió a Lima del peligro de piratas de los tiempos coloniales; pero en la etapa republicana se convirtió en un obstáculo para su crecimiento. La capital se deshizo de estos restos para crecer hacia el sur, con los balnearios de Chorrillos, Barranco y Miraflores. Pero hacia el este y otras zonas, todavía en la década de 1960 quedaban algunos bastiones casi intactos. En la imagen, se observa uno de estos restos coloniales, y había dos más que las autoridades municipales buscaban restaurar. Los tres bastiones de la antigua muralla de Lima se ubicaban cerca de la llamada “Plazuela del Cercado”, la vieja “reducción de indios”, en los Barrios Altos.
EL HÉROE FRANCÉS CHARLES DE GAULLE LLEGÓ A LIMA
Lima, 25 de setiembre de 1964. Paseo del presidente de Francia, el general Charles de Gaulle en auto descapotado por las calles del Centro de Lima al lado del presidente peruano Fernando Belaunde Terry. Antes de aterrizar, el avión presidencial galo fue acompañado por un grupo de aviones a reacción peruanos, y al tocar tierra, sonoros cañonazos remecieron el nuevo aeropuerto “Lima-Callao” (hoy Jorge Chávez). El trayecto en un vehículo cerrado fue por las avenidas Faucett, La Marina, Pershing, Salaverry, 28 de Julio y Wilson. Al llegar al Paseo Colón, los mandatarios cambiaron de auto a uno descubierto y siguieron el recorrido hasta Palacio de Gobierno por la avenida Nicolás de Piérola (La Colmena), plaza San Martín, Jirón de la Unión y Plaza de Armas.
BICENTENARIO DE LA PLAZA DE ACHO EN EL RÍMAC
Lima, 17 de febrero de 1966. Ese día, los aficionados al toreo en Lima coparon las instalaciones de la Plaza de Acho para ver una corrida de toros, pero a la vez para conmemorar los 200 años del coso bajopontino. El bicentenario de Acho, es decir, de la “Plaza Firme” (no el espacio, sino la plaza) fue muy comentado ese año. La fecha exacta de inauguración de la plaza, según el doctor Aurelio Miró Quesada Sosa, era el 30 de enero de 1766. “Solo desde aquel día hubo Plaza estable en Lima”, dijo AMQS. Acho era la plaza de toros más antigua de América.
UN ANIVERSARIO DE LIMA EN LOS AÑOS 60
Lima, 18 de enero de 1967. Ese 432 aniversario, Lima lo festejó con un gran desfile de carros alegóricos y un multicolor corso, presidido por Martha Quimper “Reina de Lima” y con la asistencia de la gracia y belleza de la española Paquita Torres y de la francesa Jeanne Beck, así como de Amelia Villanueva “Reina de los Trabajadores del Perú”. Lima vivía el festejo junto a las waripoleras norteamericanas que abrieron el desfile con gracia y destreza. La ruta fue entonces por la avenida Argentina, Plaza Unión, avenida Alfonso Ugarte, avenida Brasil, avenida 28 de Julio, avenida Wilson y La Colmena. Las comparsas con motivos tradicionales y de antaño y una decena de bandas de músicos dieron animación y alegría al recorrido.
LA TRANQUILA PLAZA UNIÓN O PLAZA CASTILLA DE INICIOS DE LOS 70
Lima, 17 de febrero de 1970. Una imagen panorámica de la entonces “Plaza Unión”, nombre antiguo que perduró por décadas, pero que actualmente ha sido reemplazado por el nombre de Plaza Ramón Castilla, reivindicando el monumento ecuestre del “Mariscal”. Lucía como una plaza limpia, ordenada y con poco tráfico a su alrededor. Justamente por esa zona del óvalo pasaría ese mismo día un grupo de famosos astronautas norteamericanos, quienes apenas habían llegado a la capital en visita oficial para encontrarse en Palacio de Gobierno con el presidente de facto, el general Juan Velasco Alvarado.
LOS ASTRONAUTAS LLEGARON YA... A LIMA
Lima, 17 de febrero de 1970. Eran los tripulantes de la nave espacial “Apolo 12″, nada menos, y estaban en un viaje de “buena voluntad”, como se decía entonces. Ese día hubo un sol radiante y ellos conocieron las zonas populares de Lima en su marcha desde el aeropuerto internacional Jorge Chávez; al llegar a la avenida Abancay, en el centro de la capital, los astronautas norteamericanos subieron a un auto descapotado y saludaron a las miles de personas que les levantaban la mano. De esta forma, Charles Conrad, Richard Gordon y Alan Bean -los tres viajaron con sus esposas- llegaron a la Ciudad de los Reyes. Más tarde, arribarían a la Plaza de Armas, como se observa en la imagen. Los hombres que tocaron la Luna se hallaban entre nosotros, pero solo por 24 horas.
EL “PARQUE UNIVERSITARIO”, EL PARQUE MÁS ESTUDIOSO DE LIMA
Lima, 23 de diciembre de 1971. Su nombre provino del hecho de que se hallaba ubicado en los terrenos pertenecientes a la Universidad de San Marcos; pero a través de adquisiciones y modificaciones, el Gobierno de Augusto B. Leguía empezó propiamente se construcción en 1920. La gran “torre reloj” fue una donación de la colonia alemana por el centenario de la independencia peruana (1821-1921). Este artefacto fue estrenado el 10 de julio de 1923. La vista de la foto, de comienzos de los años 70, nos deja ver a un fotógrafo ambulante y a un grupo de gitanas cohabitando en el lugar. El parque siempre se mantuvo abierto a todo tipo de público.
LA PAZ DE LOS CEMENTERIOS EN LIMA
Lima, 2 de noviembre de 1975. Ese día 2 se recuerda colectivamente a nuestros muertos, y en Lima los cementerios están repletos. Nunca dejó de ser así, con numerosas personas buscando flores para dejarlas a sus seres queridos. Uno de los más populares es el Cementerio El Ángel, el de la foto. Ubicado a la altura de la cuadra 16 del jirón Áncash, en Barrios Altos, y frente a otro cementerio, el “Presbítero Maestro”, El Ángel fue fundado el 27 de junio de 1959, y se abrió como una necesidad social, puesto que el viejo “Presbítero” ya no podía recibir más cuerpos. La construyó la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima y empezó en 1955, durante el “ochenio” de Manuel A. Odría (1948-1956), pero el presidente Manuel Prado la inauguró. Para 1975, El Ángel se convirtió en un espacio de reencuentro de las familias limeñas.
EL SEÑOR DE LOS MILAGROS EN LA IGLESIA SAN FRANCISCO
Lima, 18 de octubre de 1982. Esa fecha, la histórica y más numerosa procesión religiosa del Perú, llegó a su capacidad máxima. Parecía que toda Lima estaba en esas calles. No había gastada metáfora al decir que era como un “mar humano” el que se movía al compás de las letanías y los cánticos de las hermanas y hermanos del Cristo Moreno. Era su primer recorrido del año, y después de haber estado en el Palacio de Gobierno, la Municipalidad de Lima y el Arzobispado de Lima, la imagen del Señor y sus incontables feligreses llegaron por el pasaje que llevaba a la estación de tren “Desamparados” hasta la iglesia San Francisco. Los limeños se mantenían firmes durante las largas horas de la procesión a pie. Todo un ejemplo de devoción.
PAPÁ NOEL EN EL JIRÓN DE LA UNIÓN OCHENTERA
Lima, 19 de diciembre de 1982. Un mes antes, en noviembre de ese año, el Jirón de la Unión se había convertido en vía exclusiva para peatones. Fue una obra del entonces alcalde de Lima, Eduardo Orrego. En la década del 20, el jirón era el epicentro de la aristocracia limeña que acudía a La Botica Francesa, el Palais Concert, el café Leons y la Casa Courret; pero en los años 80 ya era un espacio netamente popular. Aquel día fue domingo, y Lima entera se volcó al histórico Jirón de la Unión. Un día de descanso en el papel, porque era el último domingo antes de la Nochebuena y había que aprovechar todo momento libre para ir con la familia.
LOS LIMEÑOS ARRIESGABAN SUS VIDAS EN LOS MICROS
Lima, 21 de junio de 1985. A muchos solo les han contado sus padres cómo era en los años 80 esa odisea de subir a un microbús en plena hora punta o prácticamente a cualquier hora. Hasta esa década ochentera esta imagen de la foto era lo habitual. Gente con un pie colgando y otro en el estribo, sujetándose hasta de las ventanas abiertas o de un tubo oxidado que de milagro no se partía por la presión. La cuestión no mejoró en nada con las “combis asesinas” de los años 90 (más bien empeoró), y ahora recién podemos decir que algo hemos mejorado con la suma del Metropolitano, los Corredores y el tren eléctrico. Pero, las imágenes quedarán para la historia.
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