La fecha del 15 de noviembre del 2017 quedará marcada en la historia del Perú no solo porque la selección de fútbol clasificó al Mundial Rusia 2018, sino también porque luego de 36 largos años este país volvió a emocionarse hasta las lágrimas por saber que vería de nuevo a su equipo en una cita mundialista.
Eran las 9 y 15 de la noche y llegaba la hora del encuentro en un Estadio Nacional de Lima repleto de público que esperaba con ansias ver cómo la selección peruana jugaba la vuelta del repechaje por el último cupo al mundial de Rusia 2018, contra su similar de Nueva Zelanda.
Pero no solo el coloso limeño estaba expectante, sino que miles de personas estaban abarrotadas en las pantallas gigantes de los distintos lugares de Lima y provincias, con el fin de alentar al equipo de todos en este histórico evento.
El juego es historia. Los goles de Jefferson Farfán, de un remate fuerte de derecha y de Christian Ramos, después de encontrar un balón en sus pies y patear fuerte, sellaron el 2 a 0 definitivo. Eso desató la locura de millones de peruanos que festejaron por las calles del país a todo pulmón la cuarta clasificación de nuestra selección a una Copa del Mundo.
Este hecho creó una fiebre mundialista inimaginable en el Perú, al punto de que cada vez salían nuevas cosas a la venta sobre nuestra selección. Más aún, cuando se sorteó los grupos mundialistas y la selección cayó en el grupo C contra Francia, Dinamarca y Australia, lo que generó que este año se creara un clima mundialista tan grande que la gente hacia colas inmensas por adquirir el álbum Panini del mundial en los establecimientos de venta autorizados. No solo eso, sino que los lotes de ‘paquetones’ de figuras escasearon y se tuvo que implementar puntos autorizados en distintos distritos de Lima para el intercambio de cromos.
Pero, ante la locura mundialista, hubo gente que hacia cosas increíbles como vender su departamento o autos, y pedir préstamos o gastarse toda su liquidación con tal de ir hasta Rusia a alentarlos. Todo esto provocó la sorpresa de la prensa extranjera.
Entre estos casos tenemos uno resaltante, el de David Chauca, más conocido como ‘El Israelita’, un fanático peruano que puso su fe religiosa al servicio de la selección, hasta llegar a ser considerado el hincha más fiel de la selección peruana, lo que le valió que el alcalde de San Juan de Miraflores, Juan Altamirano, le pagara el boleto de avión hasta Rusia y le regalara la entrada para el primer encuentro de Perú contra Dinamarca.
Así, ante tanta efervescencia, llegó la cita de Rusia, de la cual quedamos fuera en primera ronda a pesar del buen juego mostrado en los dos primeros partidos. Un golpe durísimo para la hinchada que llegó a Rusia para dejar el alma alentando. No obstante, gracias al buen desempeño plasmado en la Copa, la selección peruana revalorizó a algunos jugadores que destacaron como André Carrillo o Luis Advíncula.
Sin embargo, de los que jugaron el partido de vuelta del repechaje ante Nueva Zelanda, solo Luis Advíncula es el único futbolista peruano que ahora destaca en una liga ‘Top’ europea, la Liga Española. Otros migraron a ligas menores como Edison Flores, quien se fue a la liga MX o Andy Polo y Raúl Ruidíaz, que se fueron a la Mayor League Soccer.
Finalmente, en la gala de los premios ‘The Best FIFA’ de este año, la hinchada peruana ganó el premio a la mejor afición, culminando así un eufórico camino que comenzó con el partido de vuelta ante Nueva Zelanda, hace exactamente un año.