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A 50 años del título en Caracas: la noche dorada del Perú campeón de la Copa América 1975 | FOTOS EXCLUSIVAS
El 28 de octubre de 1975, en el Estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en Caracas, un solitario gol de Hugo Sotil a los 24 minutos del primer tiempo bastó para coronar al Perú campeón continental.
La noche de Caracas del 28 de octubre de 1975 fue única para el fútbol peruano. Allí, en el Estadio Olímpico o Estadio de la Ciudad Universitaria de la UCV, Perú con gol de Hugo Sotil venció a Colombia y ganó esa copa que en la imagen el 'Cholo' besa como a un bebé. (Foto: Archivo Histórico de El Comercio/José Michilot)
A 50 años del título en Caracas: la noche dorada del Perú campeón de la Copa América 1975 | FOTOS EXCLUSIVAS
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Tras 36 años, la escuadra bicolor volvió a levantar la Copa América, aquella que levantó en el Campeonato Sudamericano de Lima en 1939. Con fuerte temple y talento innato para tratar la pelota como una combinación de garra y poesía, la bicolor hizo historia la noche del 28 de octubre de 1975 –ya pasaron 50 años– en Caracas, Venezuela, donde derrotó 1 a 0 al combinado colombiano. Esa vez, la patria entera, entre lágrimas y procesiones, vibró unida al compás de un gol inmortal, la del entrañable Hugo ‘Cholo’ Sotil.
Era martes 28 de octubre de 1975, día que amaneció con aroma de esperanza y terminó en gloria. Mientras las calles de Lima aún olían a incienso por el último recorrido de la procesión del Señor de los Milagros, veinte hombres vestidos de rojo y blanco se alistaban en Caracas, Venezuela, para escribir otro milagro: el del fútbol.
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Sobre el campo encharcado del Estadio Olímpico de la UCV, con la lluvia y la historia como testigos, Perú venció a Colombia 1 a 0 y reconquistó el título sudamericano después de 36 años, pues la primera vez que la había levantado fue en el Campeonato Sudamericano de Lima en 1939. El héroe del 75 fue el futbolista iqueño Hugo Sotil, el querido ‘Cholo’ que volvió del club Barcelona solo para honrar a su patria.
Escena del definitivo partido de la Copa América 1975 que ganó Perú con gol del peruano que se ve en primer plano: Hugo 'Cholo' Sotil. (Foto: Archivo Histórico de El Comercio/José Michilot).
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COPA AMÉRICA 1975: LA INMENSA CITA CON LA HISTORIA
Caracas había recibido a dos países hermanos, pero rivales por la gloria. Marcos Calderón y Efraín “Caimán” Sánchez, los directores técnicos, sabían que no habría mañana: era un duelo sin revancha. Los venezolanos, simpatizantes de Colombia, llenaron el estadio cubierto de lluvia, mientras un puñado de peruanos agitaba banderas empapadas en las tribunas.
Sotil había llegado apenas 24 horas antes desde Barcelona, España: “Vengo a cooperar para que el Perú sea campeón”, declaró sin titubeos. Teófilo ‘El Nene’ Cubillas, que volvía de Portugal, asentía en silencio. El reencuentro de ambas estrellas el balompié nacional–después de cinco años– era el presagio de algo grande.
Colombia se sentía local. Se calculaba un millón de compatriotas suyos viviendo en Venezuela. “Vamos a demostrar que somos la primera potencia del continente”, afirmó el DT Sánchez. Pero cuando el balón comenzó a rodar, el aire cambió de tono.
En un principio, el constante ataque peruano hallaba una muralla en Zape, el guardameta colombiano. Hasta que a los 24 min. llegó el gol bicolor. (Foto: Archivo Histórico de El Comercio/José Michilot)
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El campo era un lodazal. Cada zancada era una apuesta contra el azar. Chumpitaz impuso su jerarquía desde el fondo, Meléndez despejaba con calma de viejo guerrero, y Sotil parecía flotar entre barro y camisetas amarillas.
COPA AMÉRICA 1975: EL FANTÁSTICO GOL DE HUGO ‘CHOLO’ SOTIL
A los 24 minutos del primer tiempo, llegó la jugada eterna. Meléndez rechazó, Soria la tomó en media cancha y centró. Bolaños despejó mal; Cubillas intentó un disparo bloqueado por Zárate, y luego apareció Sotil, el hombre del barrio, para fusilar de derecha a Zape. El balón besó la red y en todo el Perú se encendió un solo grito.
En la urbanización Cahuache, en el distrito limeño de San Luis, la madre del crack azulgrana, doña Nora, lo había escuchado horas antes por teléfono. “Mamacita, te voy a dedicar un gol para ti y para mi patria”, le dijo su hijo. Cuando la pelota entró, ella saltó de emoción y casi se desmaya: “Mi hijo le cumplió al Perú”, declaró después, entre lágrimas y vecinos que llenaban su casa en San Luis.
Acababa el primer tiempo, y la figura de Hugo 'Cholo' Sotil se engrandecía. Con su gol, Perú ya empezaba a acariciar la copa. (Foto: Archivo Histórico de El Comercio/José Michilot)
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Colombia, herida, respondió con ímpetu. En la segunda mitad, Sotil sufrió un penal tras ser derribado por el arquero Zape, pero Cubillas erró el disparo: el balón golpeó el poste. Fue el instante en que el destino decidió que la gloria debía tener suspenso.
La lluvia volvió. El reloj avanzaba lentamente. Y cuando el árbitro uruguayo Ramón Barreto pitó el final, el tiempo pareció detenerse en los corazones peruanos.
COPA AMÉRICA 1975 PARA PERÚ: EL CANTO DEL VESTUARIO Y LA VIDA EN LIMA
En los vestuarios, los jugadores peruanos abrazaron la bandera empapada. Chumpitaz, serio y con los ojos húmedos, dijo: “Este triunfo es del pueblo”. Cubillas, exhausto, agregó: “Nunca me sentí tan feliz. Le prometí a la patria mi mejor actuación y aquí está”. Y cuando la voz de Percy Rojas comenzó a entonar el Himno Nacional, todos cantaron entre lágrimas y barro: fue el himno más sentido de sus vidas.
Marcos Calderón, de voz firme, declaró ante los micrófonos: “Este título es el premio al esfuerzo de todos los peruanos. Preparamos una trampa a los colombianos y cayeron en ella. No hubo suerte, hubo trabajo”. A un costado, el embajador Luis De las Casas Grieve abrazaba al entrenador. Afuera, los hinchas, muchos de los cuales irrumpirían en el vestuario, gritaban “¡Perú campeón!” hasta quedarse sin voz.
Estos fueron los primeros momentos de un Perú campeón en la cancha del Estadio Olímpico de Caracas. Todo parecía un sueño.(Foto: Archivo Histórico de El Comercio/José Michilot)
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En tanto, en Lima, las calles estaban divididas entre la fe y el fútbol. Mientras el Señor de los Milagros regresaba al templo de Las Nazarenas en medio de un mar de fieles, los balcones explotaban con gritos y banderas. Fue una noche de incienso y pólvora, de lágrimas religiosas y patrióticas.
Desde los barrios obreros del Callao hasta las plazas del Cusco, las caravanas de alegría improvisaban desfiles. Los viejos héroes de 1939 —Lolo, Tovar, Bielich— se sumaban al júbilo recordando el eco de su gesta pasada. Mientras, en San Luis, Nora Sotil levantaba el retrato de su hijo. “Miren, el Cholo le cumplió al Perú”, repetía con voz entrecortada.
LO QUE PROVOCÓ ESA COPA AMERICA 1975
El presidente del Gobierno Militar, general Francisco Morales Bermúdez, envió un cable desde Lima: “En nombre del pueblo y del Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, mi más viva felicitación por este triunfo que consagra al Perú”.
¡Euforia, gritos y llantos de alegría! Asi se vivió el momento en el camerino de Perú en Caracas con la Copa América entre las manos. (Foto: Archivo Histórico de El Comercio/José Michilot)
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El Gobierno anunciaba los Laureles Deportivos para los jugadores y otras condecoraciones, al mismo tiempo que la Copa América viajaba de Caracas a Lima como un símbolo: el añorado trofeo, brillante y pesado, volvía después de 36 años a las manos del Perú.
Sotil y Cubillas debían volver de inmediato a sus clubes europeos. “No podía fallarle a mi patria”, dijo el ‘Cholo’ antes de embarcar. “Algún día volveré y no me iré nunca más”. La selección regresó el jueves 30 de octubre de 1975 entre vítores y lágrimas. Caracas quedó atrás, pero el eco de aquel gol seguiría resonando durante generaciones.
La noche del 28 de octubre de 1975 no se apaga. Todavía vibra en la memoria de los peruanos que aprendieron a celebrar con humildad y orgullo. En los periódicos del día siguiente, la foto de Hugo Sotil besando la Copa América ocupó toda la portada. Y en letras grandes, El Comercio tituló lo que ya era leyenda: “Treinta y seis años después, Perú vuelve a ser campeón sudamericano”.