Sergio Parra y Paula Barría llegarán para la celebración de los 100 años de Bellas Artes que se realizará del 18 al 22 de abril.
Sergio Parra y Paula Barría llegarán para la celebración de los 100 años de Bellas Artes que se realizará del 18 al 22 de abril.
Dante Trujillo

Parra es poeta, librero, galerista, interesado desde muy joven en los cruces entre poesía y artes visuales. Hace 15 años abrió el primer local de Metales Pesados, una librería que se convertiría con el tiempo en una de las más exquisitas de Sudamérica, una escala casi obligatoria durante una visita a Santiago de Chile. En el 2006, junto a Paula Barría, prolongó su campo de acción con la editorial del mismo nombre, desde donde ya han publicado más de 50 títulos, sobre todo dedicados al ensayo, la filosofía y el pensamiento de la estética. Es decir, tomaron un camino de valientes.

En este mismo número del suplemento tenemos un especial sobre la edición independiente en el Perú. ¿Cuál es la situación real de esta en Chile?
La edición independiente en Chile ha tenido un auge en los últimos años, la que ha sido apoyada exitosamente por el Concejo Nacional de la Cultura y las Artes. Algunas de estas editoriales están realizando muy buenas ediciones abarcando diferentes áreas, narrativa, poesía, psicoanálisis, filosofía, etc. Es muy interesante lo que está pasando, esperamos que este auge vaya acompañado del aumento del público para que se mantenga en el tiempo.

Metales Pesados es un referente en la región y un ejemplo de resistencia y coherencia con un proyecto cultural y empresarial. ¿Cómo resumirían esta historia?
Gracias por lo de ser referente coherente. Hemos buscado, desde que comenzamos el 2006, ir armando un cuerpo editorial que permitiese la reflexión crítica en estética y filosofía. En el inicio lo hicimos asociado a la librería, que ya seleccionaba sus libros con este mismo criterio; luego la editorial se independizó de la librería y comenzó un camino propio. Ahora, la relación con la librería —y en su momento con la galería— es permanente, hay una complementariedad que permite mantenerse al día con la producción editorial de otros lugares, y ello fortalece la actividad de la editorial.

Siempre con un mismo afán de acercar y hacer confluir literatura y arte visual. ¿En qué se ha basado este interés?
Efectivamente, el refuerzo de estas distintas actividades complementan las otras, dando un mayor espesor crítico a nuestro trabajo. El interés está basado primero en los propios gustos, tanto de la lectura como del arte; luego, en nuestro interés de ser un aporte a la reflexión estética: nos interesa escuchar nuevas voces, que nos sorprendan y muchas veces que molesten, interpelen a quien quiera escuchar. Eso es lo que hace dinámico nuestro trabajo.

Tanto la editorial como la galería han apostado por un arte comprometido, reflexivo; no interesado en lo decorativo sino más bien en lo político (entendido extensamente). La editorial, por ejemplo, llena un vacío evidente en la producción de ensayos sobre estética. ¿Existe un público real para ello?
El objetivo de la editorial es ir creando un público, que si bien hoy es menor de lo que quisiéramos, hemos visto un aumento paulatino de los lectores para nuestro tipo de libro a través del tiempo. Creemos que la mejor manera de cultivarlo es manteniendo la seriedad en las publicaciones que realizamos, ello nos da credibilidad. Es un gran compromiso pensar que algunas personas miran con interés lo que estamos haciendo.

¿Ese público se busca o se genera?
Ambas, se busca al estar presente en ferias del libro, congresos, ferias de arte como el … llegamos a quienes no nos conocen y que son parte de nuestro público objetivo y, por otro lado, tratamos de mantener una estrecha relación con nuestros clientes, ya sea a través de las actividades que programamos, o de información que procuramos que sea permanente, o de la relación directa con quienes nos contactan.

¿Cuál es el nivel verdadero de los estudios sobre arte y estética en la región?
Nos parece que hay un nivel crítico muy interesante en la región, destacan los trabajos de Andrea Giunta, Miguel López, Nelly Richard, Natalia Majluf, Jorge Villacorta, entre otros. También estudiosos en México y Brasil. Vemos, además, que hay un interés desde otros lugares respecto del pensamiento crítico de América Latina, lo que hace que sea un buen momento para la publicación de ensayos de estética en nuestro continente.

Siguiendo ese mismo camino de experimentación con las artes visuales, cerraron la galería hace apenas unos meses. ¿Qué ocurrió?
Lamentablemente no alcanzábamos a cubrir los costos para mantenerla, si bien por unos años pudimos hacerlo no era sostenible en el tiempo. En Chile aún faltan coleccionistas de arte contemporáneo —en nuestra galería era “muy contemporáneo”— para mantener un proyecto como el propuesto.

En qué consiste Visual y el plan de trabajo con D21 Proyectos de Arte. ¿Son proyectos curatoriales llevados a cabo por el mismo equipo de la galería?
D21 nos ha permitido desarrollar en su galería nuestro proyecto curatorial. Así simultáneamente se desarrollan las muestras de D21 y Visual, distintas pero compartiendo el espacio. La curaduría de Visual la realiza Sergio, quien también lo coordinaba en la galería, no obstante el resto del equipo es de D21.

¿Qué vienen a mostrar al Art Lima?
Vamos con una pequeña selección de los últimos libros publicados por la editorial. Destacan los del peruano Miguel A. López, Robar la historia. Contrarrelatos y prácticas artísticas de la región, que es una selección de ensayos del autor; y nuestro último libro publicado, Tierras en trance. Arte y naturaleza después del paisaje, de Jens Andermann, que nos invita a un recorrido por América Latina.

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