Desde su casa-taller en Las Delicias, Venuca puede contemplar el mar chorrillano, casi al mismo tiempo que los pantanos de Villa o los cerros que se yerguen alrededor.
De algún modo, hay algo de Sarhua –la tierra de sus padres– en ese paisaje, entre naturaleza, caminos para mototaxis y casas que son desafíos para la ingeniería. Como heredera de Primitivo Evanán, maestro de las tablas de Sarhua, Venuca ha hallado su propio camino y voz en este arte ancestral, que ha renovado con nuevas lecturas y posibilidades.
“En las tablas aplico mis temas, mis experiencias. Ahí están la vida del migrante o la labor de la mujer, poco visibilizada”, cuenta la artista –que también da talleres–, mientras detalla que, además de pintar sobre madera y elaborar murales, aplica textiles sarhua en sus obras, pues considera que la vestimenta de dicho pueblo ayacuchano es una obra de arte por sí misma.
Para esta edición de Art Lima ha preparado un cuadro protagonizado por una muñeca, La Puta Fina, que representa la historia triste de una joven sarhueña, pastorcita de llamas a más de 4 mil metros de altura, enamorada y olvidada, abusada y violentada por los hombres, que baja de los cerros a buscar venganza. Además, prepara 11 tablas de pequeño formato que serán entregadas como reconocimiento para igual número de artistas durante la feria.
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