Santiago Alfaro. (Foto: Nancy Chappell/ El Comercio)
Santiago Alfaro. (Foto: Nancy Chappell/ El Comercio)
Enrique Planas

Las artes visuales han tenido un crecimiento visible en el Perú con respecto a décadas pasadas, un fenómeno asociado al afianzamiento de la economía en general. Empero, si hoy vivimos una crisis del mercado expresada en el cierre de algunas galerías, ello obedece, según el especialista Santiago Alfaro, al haber alcanzado un tope. "Es necesario expandir las fronteras del consumo del arte, porque su crecimiento se ha dado solo en pequeñas franjas de consumidores”, explica. “Hay una crisis de galerías y en la gestión cultural, que no han renovado las iniciativas para ampliar el mercado de las artes visuales", advierte el director general de Industrias Culturales y Artes del Ministerio de Cultura (Mincul), entidad presente en la sexta edición de .

En su stand institucional, el Mincul presenta una exposición donde convergen las tablas de Sarhua de Primitivo y Venuca Evanán, los cómics de Miguel Det, las portadas setenteras de discos diseñados por Frank Ventura y fotografías de Daniel Pajuelo, Nicolás Torres y Adrián Portugal. Esta feliz convivencia tiene que ver con la política del ministerio de reconocer artistas y tradiciones estéticas que, muchas veces, están ausentes de las ferias de arte contemporáneo. "Nuestro interés es contribuir al debate sobre las clasificaciones y jerarquías dentro del arte", señala Alfaro. "Existen inequidades que hacen que la obra de artesanos, diseñadores gráficos o fotógrafos no sea valorada de la misma manera en los espacios de prestigio del sistema artístico. Queremos invitar a repensar las definiciones y las instituciones del arte para que se diversifiquen las fuentes de creación".

— Hay sectores que cuestionan el papel de las ferias de arte, negándoles su dimensión educativa. ¿Para qué cree que sirven las ferias?
Las ferias son plataformas de comercio, vinculan galerías, artistas, coleccionistas, instituciones culturales y consumidores. También ofrecen un espacio de debate y difusión sobre las artes contemporáneas. Es el momento del año en que las artes adquieren un protagonismo público. Hay que tener en cuenta que, según una encuesta del INEI, el 92% de los peruanos en el 2017 no había ido a ninguna exposición de arte. Mientras que el 8% restante pertenece a los niveles socioeconómicos A-B. Salvo el circo, el mayor consumo cultural se da en los niveles socioeconómicos más altos. Por eso se necesitan políticas públicas que dependen del Ministerio de Cultura, pero también de otras áreas. La enseñanza artística es clave para democratizar las competencias para apreciar el arte.

— Justamente una asignatura eliminada hace años de los colegios…
Tuvo un reflote en la época de Jaime Saavedra y sé que el nuevo ministro de Educación tiene interés en el tema. Lo relevante es que sin inversión pública es muy difícil que las capacidades para apreciar una obra de arte puedan ampliarse a la mayor cantidad de personas. Hay que formar públicos y eso es tarea de la sociedad civil y del mercado, pero también del Estado.

— ¿Cree que adquirir arte popular es un buen inicio para comenzar una colección de arte contemporáneo?
Lo es porque sus lenguajes son más accesibles. Sin embargo, creo que la tarea ahora es cuestionar las clasificaciones que se reproducen en el sistema del arte. Conceptos como arte utilitario, tradicional o moderno fueron un invento del siglo XVIII que dividió no solo la producción simbólica, sino también los gustos y las comunidades. Y eso se ve hasta hoy: el arte contemporáneo tiene un sistema de instituciones, como el museo, la galería o la feria, donde no todos entran.

— No es gratuito que la muestra del Mincul destaque las tablas de Sarhua, pocos meses después de la malintencionada polémica sobre la adquisición de estas piezas por parte del MALI. ¿Cuánto nos falta por aprender a reconocer el valor de nuestro patrimonio artístico?
Básicamente, seguimos en los mismos términos del debate de 1974, cuando Joaquín López Antay recibió el Premio Nacional de Cultura. Todavía hay mucho por hacer. Muchas artes tradicionales han logrado un posicionamiento público, como el retablo, pero otras, como las tablas de Sarhua, aún no son tan conocidas.

— Tiene la responsabilidad de dirigir la presencia del Perú en la feria Arco de Madrid. ¿Cuál es el reto?
La responsabilidad está en el Ministerio de Cultura y el encargo lo tiene la Dirección de Industrias Culturales. Es un reto importantísimo, pues se trata de una de las ferias de artes visuales más importantes del planeta. Es una excelente oportunidad para posicionarse e internacionalizarse. También hay que buscar expresar esa diversidad de lenguajes en nuestras artes visuales. Es un trabajo conjunto entre el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Mincetur.

— ¿Cuál es el plan de la participación peruana?
Tiene dos partes: la primera tiene que ver con la participación del Perú dentro de la feria y allí hay un trabajo en conjunto con Sharon Lerner, la curadora elegida por el Ifema, el organizador de la feria. La segunda es montar muestras en los sitios más emblemáticos de Madrid, además de conciertos y otras artes. El Perú es conocido internacionalmente por su patrimonio arqueológico, no tanto por sus artes contemporáneas. Es un excelente momento para que el país sea visto con otros ojos.

— ¿Cuáles serán los beneficios de participar en Arco?
Beneficios concretos serán las ventas de obras de artistas peruanos, así como su ubicación en instituciones de prestigio como museos o galerías. Así se expanden las fronteras del arte peruano. Y, sin duda, va a ser una contribución a la imagen del país, de la diversidad que queremos mostrar al mundo. Una feria como esta tiene efectos multiplicadores. Y en el mercado interno, arrastrará el interés de coleccionistas y del público, generará vínculos entre el Estado y la sociedad civil, que no necesariamente tienen las plataformas de vinculación más propicias. Oportunidades como estas ayudan a construir un vínculo, una comunidad y una visión compartida de una política cultural.

​Más información

Conferencia: “Arte popular y contexto contemporáneo”. Conversan María Eugenia Yllia (curadora e investigadora), Christian Viveros-Pauné (curador y crítico), Elliot Túpac (artista) y Santiago Alfaro (Mincul).
Cuándo: Sábado 21, 5:30 p.m.
Dónde: Feria Art Lima, Av. Escuela Militar S/N, Bajada Agua Dulce, Chorrillos.

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