Actualmente, podemos observar en nuestra sociedad, una tendencia poco realista y favorecedora de las relaciones de pareja. En definitiva, muchas veces esto es producto de una cultura difundida por los medios de comunicación, el cine, la literatura, la música, las redes sociales, entre otros. En donde básicamente, se crea una imagen un tanto distorsionada, que trae consigo ciertas creencias acerca del amor y de cómo debe ser esta interacción entre dos personas, perjudicando así que esta se mantenga en el tiempo de forma saludable.
Sin lugar a dudas, las relaciones de pareja son complicadas, ya que suponen una serie de factores para su éxito. Además, es importante considerar que cada uno de los individuos tiene una historia de vida, la cual por lo general determina la perspectiva de la persona, es decir, su manera de ver y enfrentar al mundo. Por esta razón, algunos patrones de comportamientos inadecuados aprendidos en la infancia pueden repercutir negativamente en la dinámica de pareja.
¿Qué es una relación tóxica?
Según explicó Antonella Galli, psicóloga y psicoterapeuta de la Clínica Ricardo Palma, a Bienestar de El Comercio, es una relación basada en la inseguridad y los celos, además, existe la necesidad de posesión y manipulación por una de las partes, puede presentarse maltrato físico y psicológico, así también como una minimización de la pareja, causando que la persona se sienta desdichada. Sin embargo, siente la necesidad de mantener este vínculo por distintas razones, como la dependencia emocional, la rutina, la presencia de los hijos, el factor económico, etc.
En efecto, como manifestó la psicóloga, una persona puede estar sumamente enamorada de su pareja y a la vez, ser tóxica; sobre todo, cuando hay mucha desconfianza y empiezan a surgir pensamientos irracionales en torno a posibles infidelidades, lo que impide un correcto desarrollo individual.
Diversos estudios arrojan que, algunas parejas se mantienen en el tiempo porque efectivamente, existe una constante intimidad entre los pares; no obstante, un alto porcentaje de relaciones sobreviven, a pesar de la toxicidad, indicó Galli.
¿Cuáles son los puntos clave para construir una relación de pareja saludable?
En primer lugar, la especialista destacó la importancia de la intimidad de pareja, es decir, debe haber caricias, contacto físico, relaciones sexuales, y de igual manera, una intimidad emocional, la cual está enfocada en conocer qué hace sentir cómoda a la pareja, qué le entristece, le alegra, le molesta, etc. Además, una relación sana requiere de compromiso, que significa, el querer estar involucrado y presente para cualquier cosa que necesite la otra persona.
Asimismo, la comunicación es un pilar fundamental. Como indicó Galli, para que exista un diálogo permanente y saludable en la pareja, es clave el autocontrol y el respeto, el cual permita reordenar los pensamientos y expresar de la mejor manera posible lo que uno siente. Definitivamente es básico, para evitar malentendidos y que la relación entre en un espiral de toxicidad.
Igualmente, es primordial el amor de pareja, el cual debe cultivarse todos los días. Se puede realizar por medio de detalles significativos para la otra persona, con el fin de mantener los mismos sentimientos y que estos con el tiempo únicamente se fortalezcan. Pero también, uno debe trabajar en el amor propio, ya que, para poder tener una buena relación con otra persona, primero debe haber una relación saludable con uno mismo.
Finalmente, pero no menos importante, la salud mental, un factor clave para el éxito de las relaciones saludables, puesto que, si una de las personas está batallando con algún trastorno, esto puede impactar directamente en la dinámica. Por esta razón, es relevante el trabajo a nivel psicológico, ya sea con una terapia de pareja o individual.
¿Cómo puedo saber si mi relación de pareja es saludable?
La psicoterapeuta recomendó que uno puede autoevaluar el estado de su relación a través de una serie de preguntas y determinar en que porcentaje estaría ubicada la respuesta. Básicamente, cuestionarse qué tan bien está la relación, en caso sea de un 80%, ello puede deberse a que posiblemente hay respeto de por medio, se hacen sentir bien mutuamente y se mantiene una intimidad frecuente. En cambio, si uno siente que se encuentra en un 50%, es importante analizar qué cosas se pueden mejor, ya sea la comunicación o cualquier otro aspecto. Sin embargo, si uno siente que está constantemente en un 20% y que la otra persona no tiene interés por cambiar, es importante reevaluar la relación y tomar decisiones en base al bienestar de uno.
Por esta razón, Galli refirió que es trascendental educar a las personas desde jóvenes para que sepan diferenciar entre un amor sano y uno tóxico. En definitiva, el hogar debe ser un espacio de enseñanza, en donde puedan observar a modelos ejemplares que los ayuden a construir un concepto saludable del amor para futuras relaciones.
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