Lorena Álvarez
Lorena Álvarez
Laura Espinoza Busato

Lorena Álvarez es una periodista de televisión que, por ser mujer y no tener útero, se ha enfrentado a diversos comentarios en sus redes sociales y diversos ambientes de su profesión. En la siguiente entrevista, realizada por el , nos detalla cómo se levantó de aquellos sucesos difíciles.

—Hace unos días subiste a tus redes sociales un video en el que hablabas sobre la histerectomía que te hicieron. Mencionaste que actualmente una mujer se define por tener útero y ovarios. ¿Qué comentarios has recibido en ese video?

Los comentarios me sorprendieron mucho. En general, el cariño, la empatía, siempre es muy positivo, porque yo creo que el 99% de esos vienen del amor, de la preocupación y del cariño generoso y auténtico, sean que te conocen o no te conocen tanto. Lo que sí me sorprendió son la avalancha de comentarios asociados a darme el pésame, como si se me hubiera muerto alguien y yo estaba segura de que eso no había pasado. Otras lo vincularon a algo bueno: “por lo menos ya tuviste un hijo, te salvaste”, pero yo me sentía bien y me preguntaba ‘¿será que estoy en negación? ¿Será que todavía no asimilo la situación? ¿Y me va a venir después un proceso de depresión y no llega, o estoy en shock? ¿Qué pasa? ¿Será que estoy mal?’ Me escribían chicas que habían pasado por un proceso similar y no habían tenido la oportunidad de ser mamás, entonces sí sentían que les habían quitado algo. Es por ello que se entiende que se les ha truncado un sueño, un futuro.

Nuestro valor a veces como mujeres está muy vinculado al útero, a nuestros ovarios, a nuestros senos. Cuántas mujeres pasan por cáncer de mamá y se les extirpa los senos se sienten menos mujeres o menos bellas, incluso luego de una reconstrucción mamaria, sigues sintiendo que te falta algo.

—¿Has recibido ayuda psicológica o algún tipo de tratamiento para tu salud mental?

He pasado muchos años en tratamiento psicológico y hasta hoy lo sigo llevando, porque tengo estrés postraumático y trastorno de ansiedad generalizada, entonces necesito controles periódicos para atender mi salud mental. Cuando se me retiró el útero, mis médicos estaban preocupados por el impacto en mi salud mental, porque cualquier cambio a una persona con ansiedad puede gatillarle ciertas situaciones que no puede controlar, pero afortunadamente lo maneje bien.

Cualquier proceso de pérdida o duelo, como un sueño trunco de las mujeres que quieren ser mamis y pueden, es una frustración sumamente dolorosa. Por eso, hoy en día, somos conscientes de que preguntarle a una mujer cuándo va a salir embarazada o cuándo encarga, es una presión que no deberíamos trasladarle a las mujeres, porque no sabemos lo que está pasando por su vida. Yo les diría que busquen ayuda y que no dejen que un órgano las defina. Yo soy Lorena Álvarez, no porque no tengo útero, no porque soy mamá o esposa, sino que soy la persona que soy por todo lo que he vivido, todo lo que he aprendido, todo lo que me he caído y levantado, lo que he llorado, reído, gritado. Son todas esas experiencias las que me construyeron como ser humano.

Ser mujer en la televisión

—¿Crees que el hecho de ser mujer en el mundo televisivo haya influido en tu vida laboral como periodista?

En algunas oportunidades. Creo que además las mujeres nos hemos criado con esta idea de que la otra puede ser tu rival, puede ser tu enemiga, porque va al mismo puesto que tú, y cuando empieces a ascender, de pronto, ya no va a haber lugar para ti, porque el lugar está naturalmente ocupado por hombres. Sin embargo, he tenido la fortuna de que mi vida profesional ha estado rodeada de mujeres en puestos de poder y eso me ayudó a saber que sí valía la pena remar en el periodismo.

—¿En algún momento específico has sentido algún tipo de discriminación?

No, pero sí recuerdo que hace años algún jefe que, cuando estábamos en una reunión de producción para una cobertura electoral, dijo: “¡Necesitamos la declaración de tal político! ¿Quién lo va a cubrir? ¡Necesitamos que vaya una grandota y guapa! Lorena, tú vas”. Entonces, el proceso de selección no estaba basado en mi talento, mi capacidad o mi preparación, sino en cuánto medía y que me consideraban guapa. En ese momento ni siquiera reaccioné. Hoy en día somos mucho más conscientes que esas cosas no se deben hacer, no es la manera bajo la cual se deben elegir a las reporteras. Puedes empezar a sentir que ser mujer es tu cualidad o talento.

—¿Crees que estos sucesos impactaron en tu autoestima o salud mental de alguna manera?

Siempre he estado tan convencida de lo que quiero hacer y de lo que quiero lograr, que de verdad no era consciente de todas los comentarios de mis jefes. Por otro lado, recuerdo que cuando me tocó cubrir el terremoto de Pisco, yo estaba con la regla en un lugar donde no había agua, donde no había comida, donde no había baños. No le dije a nadie que estaba con mi periodo, porque tenía miedo de que me regresen, porque me podía dar una infección o algo, y preferí no decirle a nadie.

Alguna vez también escuché que alguien decía que mejor vaya un hombre a cubrir algún evento. En ese entonces yo tenía un jefe que se indignó por ese comentario y dijo: “¿perdón? ¿Cómo que va a ir un hombre? ¿Por qué va a ir un hombre?, que vaya mi caballo ganador, y ese es Lorena”. Eso lo dijo Eduardo Guzmán, él le tenía fe a las mujeres. Es complicado encontrar jefes así. Eduardo nunca dejaba que te limitaras. Lo recuerdo con mucho cariño, porque no dejaba que te ‘chupes’. Al contrario, ahí donde te daba miedo, donde creías que no la ibas a lograr, ahí te mandaba.

—Si pudieras describirte como mujer en una sola palabra, ¿cuál sería?

Resiliente. Lo que no te mata, te hace más fuerte. Puede sonar una frase cliché, pero me he sabido reconstruir de las cenizas una y otra vez en diferentes circunstancias. Siempre me he dado cuenta de que esa evolución o nuevo comienzo me ha llevado a un lugar más feliz. Lo más importante también ha sido ser una mujer generosa, saber que las mujeres a mi alrededor no son mis enemigas, sino que son mis aliadas.

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