La infección respiratoria aguda conforma un grupo de enfermedades, las cuales son causadas por diferentes microorganismos, como virus y bacterias, que aparecen en el organismo de forma repentina y duran menos de dos semanas con un adecuado tratamiento. Como señala el especialista en pediatría Carlos Coronel Carvajal en una publicación de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, Cuba, se ubican entre las diez primeras causas de morbimortalidad en el mundo; sin embargo, está dentro de las tres primeras causas de muerte entre los menores de cinco años, pues representan el 20% de los decesos anuales a nivel mundial, por lo que se considera como un problema de salud pública.
Por su parte, la pediatra Gloria Orejón de Luna refiere en un artículo para la revista Pediatría de Atención Primaria de la Asociación Española de Pediatría que, la bronquiolitis es considerada como la causa más frecuente de ingreso hospitalario por infección respiratoria aguada de vías bajas en niños menores de dos años, así como genera una importante demanda asistencial en atención primaria.
¿Qué es la bronquiolitis?
Es la obstrucción bronquial producida como consecuencia de una infección respiratoria aguda, la cual es bastante frecuente en bebés y niños menores de 2 años. Esta patología suele presentar un cuadro similar al resfriado común; sin embargo, en casos más severos se recomienda hospitalizar al niño para evitar posibles complicaciones, precisa Carlos José Mendoza Fox, neumólogo pediatra de la Clínica Ricardo Palma.
Según el neumólogo pediatra, la bronquiolitis es causada por infecciones virales, principalmente por rinovirus y virus sincitial respiratorio, al igual que por la influenza, adenovirus, coronavirus, etc.
¿Cuáles son los síntomas más comunes de la bronquiolitis?
Esta infección respiratoria aguda suele iniciar con síntomas de resfriado, como congestión nasal, tos leve y fiebre; no obstante, luego de 1 o 3 días, la tos puede empeorar y el niño comienza a respirar con mayor dificultad caracterizada por un aumento de la frecuencia respiratoria, sibilancias (silbido de pecho), hiperinsuflación torácica (pecho inflado), retracciones (hundimiento de costillas), letargo, deshidratación y labios o piel azulada, destaca el médico de la Clínica Ricardo Palma.
“Los virus que la originan son contagiosos; sin embargo, no todos los bebés o niños infectados desarrollan bronquiolitis, puesto que la mayoría presenta signos similares a un catarro común”.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la bronquiolitis?
De acuerdo a estudios realizados en el extranjero, los factores de riesgo asociados a este cuadro infeccioso del tracto respiratorio inferior son: humo de tabaco, ausencia de lactancia materna exclusiva, prematuridad, vivir en áreas urbanas, el bajo peso y la presencia de cualquier otra comorbilidad. Mientras que, en el Perú se ha identificado que factores, tales como la presencia de familiares con infecciones respiratorias agudas, una habitación sin ventilación y pisos de tierra o falsos incrementan el desarrollo de bronquiolitis, detalla Julio Navarro Gutiérrez en un trabajo de investigación publicado por la Sociedad Paraguaya de Pediatría.
Por otro lado, Mendoza recalca que la displasia broncopulmonar, enfermedad pulmonar crónica, cardiopatías congénitas, contaminación ambiental, malformaciones, inmunodeficiencias, síndrome de Down, antecedentes personales de eccema y sibilantes son otros factores de riesgo importantes que debemos tomar en cuenta.
¿Cómo se debe tratar la bronquiolitis?
Es fundamental que los padres aprendan a reconocer los signos y síntomas que pueden generar esta infección respiratoria, con el fin de llevar al infante a un centro de salud lo antes posibles; sobre todo, cuando presentan una respiración acelerada y dificultosa. Básicamente, el tratamiento consiste en hospitalizar al menor para ayudarlo a respirar correctamente y mantenerlo hidratado. Asimismo, se le suministra oxígeno por distintos medios, dependiendo de la severidad, y se le proporciona desde pequeños volúmenes de líquidos o comidas por vía oral o endovenosa, expresa el neumólogo pediatra.
¿Cómo podemos prevenir la bronquiolitis?
En primer lugar, como indica Mendoza, es clave fomentar la lactancia materna, ya que en cierta medida disminuye el riesgo de contraer una infección respiratoria, es decir, se reduce la probabilidad de desarrollar bronquiolitis, así como también se debe evitar el tabaquismo materno para atenuar la incidencia y severidad, en especial, durante la gestación. De igual manera, es fundamental cumplir con la cartilla de vacunación del bebé y que se realice la administración de anticuerpos monoclonales contra el virus sincitial respiratorio, con el objetivo de disminuir la posibilidad de internamiento en pacientes de alto riesgo.
Por último, nos recuerda que, para aplacar el riesgo contraer esta afección respiratoria es importante mantener los ambientes ventilados, evitar el contacto con personas que estén presentado un cuadro respiratorio, igualmente, es sustancial realizar un lavado frecuente de manos tanto de los niños como la persona encargada del menor y las personas del entorno del infante deben inmunizarse contra la influenza.
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