El emergente Kawhi Leonard
Tim Duncan era el hombre ideal de los Spurs hasta la aparición de Kawhi Leonard. Era difícil verlo, increíble poder encontrarle un reemplazante que esté a la altura, pero ayer, el chico californiano de solo 22 años, y llegado hace dos temporadas de la Universidad de San Diego, ha confirmado que Gregg Popovich encontró a alguien más centrado, introvertido y orientado al equipo que la leyenda de 37 años. Duncan trabajó más 17 años para darle cuatro títulos a San Antonio. Su rostro así como sus movimientos mostraban a un profesional que priorizaba la disciplina, el sacrificio y trabajo táctico por encima de la individualidad. Con Leonard no se trata de hacer una comparación con Duncan, no es un ala pívot, aunque como alero ha demostrado que es más cerebral que Ginóbili, Parker y hasta Tim. Leonard, ahora, se encuentra encaminado para su primer título de su carrera y lo suyo, al igual que cada jugador de San Antonio, no es de celebrarlo, comentarlo ni restregarlo a sus rivales. Todo lo contrario. Kawhi prefiere ser cauto hasta que toque levantar el trofeo.
Leonard no escucha música, no tiene cuenta en Twitter, tampoco habla a menudo y no se centra en obtener comerciales de ropa deportiva. Su prioridad es el sacrificio y el entrenamiento con pesas para fortalecer esa musculatura que luce en cada partido de la NBA. Hablando estrictamente de básquet, si en los dos primeros juegos de las finales, Leonard solo había marcado 18 puntos, ayer fue más intratable, parecía salido de la película Space Jam y ni un tanque podría haberlo detenido. No solo fueron 29 puntos, también hubo dos robos de balón, cuatro rebotes y un porcentaje de 76% de tiros de campo. Por si fuera poco anuló durante varios momentos a LeBron James. Si el alero del Heat marcó 35 puntos el domingo en la noche, ayer solo fueron 22 unidades de la máxima estrella de Miami. Parece increíble, pero el primer o segundo mejor de la NBA fue detenido por el décimo quinto elegido del Draft del 2011.
PARTIDO PERFECTO
Popovich no solo encontró un arma en Leonard en la victoria (111-92) sobre el Heat, también tuvo a unos precisos Duncan, Ginóbili, Parker y Danny Green. Los Spurs tuvieron un 59.2% de efectividad de tiros de campo y dominaron en todas las categorías (rebotes, asistencias y robos de balón) al plantel de Erik Spoelstra. En el lado del Heat, los más decentes fueron James y Wade, quienes acercaron, en su momento, el partido hasta siete puntos por diferencia, pero no tenían en cuenta que la diferencia la iba a marcar Leonard, un hombre que andaba escondido, tapado y hasta algo tímido con relación a los últimos juegos. Sin embargo, tras la pequeña plática que tuvo Popovich – se puede entender por la conversación que tuvieron los dos al finalizar el partido- Leonard tuvo los mejores 48 minutos de su carrera en ‘playoffs’.
LeBron tendrá que encontrar una mejor forma para marcarlo. A diferencia de varios jugadores, el sí puede entrar al perímetro, disparar de tres puntos o robar un balón y clavarla con solo una mano. Con 22 años, Leonard anda encaminado para ser el ‘All Star’ de los Spurs cuando sus figuras pasen al retiro y los Indiana Pacers deben estar lamentándose por haberlo canjeado por un veterano George Hill. Leonard no solo es el ataque, también es la defensa y es el mejor ejemplo del deportista que, sin tener tanto talento como otros, puede equipararlo con esfuerzo y trabajo en equipo, como todo Spurs. Él ahora lo representa mejor.