(Foto: Scandinavian Interior)
(Foto: Scandinavian Interior)
Redacción EC

Cuando entramos a una tienda de muebles o revisamos una revista de diseño de interiores, notamos que todos los elementos que están integrados en un espacio tienen sentido y lucen espectaculares. El esfuerzo detrás de esa imagen involucra a profesionales que tienen reglas y conocimientos sobre el asunto.

Aunque en el diseño, la inspiración es importante para innovar, hay principios que no se pueden ignorar. Un buen diseñador de interiores debe conocer sobre materiales, composición, historia, además de tener gran sensibilidad para atender las necesidades de las personas.

Para revelar el decorador de interiores que llevas dentro, conoce el ABC de esta rama tan fascinante.

-Armonía

(Foto: Konstantin Entalcev Studio)
(Foto: Konstantin Entalcev Studio)

Todo lo que integres en un sitio determinado, sea cual sea el mueble o adorno debe ser con un propósito que evoque paz y tranquilidad.

Estéticamente, las piezas que están relacionas por un conceptos buscan reforzar el ambiente que se desea recrear.

Toma en cuenta que cada objeto despierta los sentidos, añade aquellas cosas que puedan contribuir con la estimulación positiva de las personas.

-Bienestar

(Foto: S. Zajączkowski / 3xa.pl)
(Foto: S. Zajączkowski / 3xa.pl)

El entorno es un gran condicionante para vivir relajado, por ello deben ser ambientados de la mejor manera para que influya de forma positiva.

En la serie de Netflix ‘Abstract: The Art of Design’, la diseñadora Elsa Crawford explica que la composición de los muebles en un lugar específico determina el desempeño del hombre, por lo que debemos velar que el sentido en el que cada objeto contribuya de forma armoniosa con el día a día de las personas. 

-Comodidad

(Foto: Andrey Kabanov / behance.net)
(Foto: Andrey Kabanov / behance.net)

Por supuesto, no puede faltar este concepto en el diseño de interiores.
Una de las principales metas que tiene todo decorador de diseño es crear ambientes que sean confortables, para esto se contempla el espacio entre cada objeto, su relación y cómo el hombre interviene con ellos.

Con estas tres reglas básicas podrás empezar a construir con claridad el tipo de ambiente que tienes pensado en tu mente.

Considera que una habitación es como un lienzo en blanco, sigue algunas reglas pero añade tu propio estilo.

(Eme de Mujer / GDA/ El Comercio)

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